Y así, poquito a poco, como sin comerlo ni beberlo, hoy se cumplen quince años de aquella tarde en la que el osezno me llevó a enseñarme el ático que acababa de comprar, nos besamos y empezamos a salir juntos.
Es bastante más de la mitad de mi vida adulta, y ya no me acuerdo de lo que era vivir sin que él estuviera presente, a mi lado o en la distancia.
Al principio él vivía con sus padres y yo en un piso compartido. Nos veíamos por las tardes y los fines de semana. Luego me invitó a vivir con él en su pequeño ático. Después vinieron los años de relación a distancia, primero yo en Italia y luego él en Grecia, y a la vuelta la aventura de la hipoteca común, los gatos, los proyectos conjuntos, y cada paso que hemos dado ha sido bueno.
Me doy cuenta cada día de la suerte que tuve al conocerle y de la que sigo teniendo cada día al meterme a dormir junto a él. Nunca se sabe qué traerá el futuro pero yo, si pudiera, firmaba hoy mismo por otros quince años más.
¡¡Muchas felicidades chiquillos!! Quince años son toda una vida, y en la mejor compañía pasan en un suspiro. Yo lo firmaba con los ojos cerrados y sin dudar. Un besazo a los dos.
ResponderEliminarMuchas felicidades, a por quince años más.
ResponderEliminarMuchas felicidades a ambos, por otros quince, sí, pero que nosotros los veamos!
ResponderEliminarUn abrazo,
B.
Mi más sincera enhorabuena, y a seguir así otros quince o más.
ResponderEliminarEnhorabuena!! Ambos sois muy afortunados. Y sí, me suena esa sensación de que 'antes de' parezca otra vida.
ResponderEliminarBravo.
ResponderEliminarFelicitaciones
Woooow, 15 años ya, ¡Felicidades! ¡Erais unos pipiolos entonces!
ResponderEliminar