¿Soy cruel?
¿Soy un monstruo espeluznante de perversa e insondable iniquidad?
Durante el curso pasado he sido el profesor responsable de una asignatura optativa de último curso de la licenciatura de Físicas. Se trata de una asignatura con merecida fama de difícil, por lo que muy pocos alumnos se matriculan en ella: normalmente estudiantes de buen expediente con ganas de adquirir conocimientos esotéricos con los que impresionar a las chavalas en el bar.
Este pasado año la tendencia a la baja en el número de alumnos matriculados ha producido una cifra récord: una persona. Y encima ésta consiguió una beca Erasmus para marcharse a estudiar el curso fuera. La consecuencia para mí ha sido que durante un cuatrimestre he vivido el chollo de ser un profesor sin alumnos. No podía creer mi suerte: poder dedicar las horas de clase a lo que verdaderamente me gusta, investigar, y no tener que preparar ni corregir exámenes.
Mi gozo en un pozo: en junio el estudiante volvió a España con un buen fajo de asignaturas suspendidas en el extranjero. Entre ellas, la mía.
Este hecho sin precedentes de que un alumno Erasmus suspenda me dejó bastante descolocado y en la onerosa situación de tener que poner un examen en Septiembre. Por mi bien y el del alumno, acordé con él reducir el examen a presentar dos pequeños trabajos por escrito y exponer uno de ellos oralmente. La fecha del examen, fijada desde inicios de curso, estaba prevista para pasado mañana.
Hasta aquí, todo bien. Ayer me llegó un correo electrónico del alumno diciendo que ya tenía los trabajos preparados, pero que no le iba a dar tiempo a preparar la exposición, y que si no podíamos dejarlo correr y basar la nota únicamente en los trabajos.
Me fui a la cama con una rara sensación en la boca del estómago transmitiéndome el siguiente mensaje: "cárgatelo". Pero no soy hombre de tomar decisiones antes de consultarlas con la almohada, sobre todo en estos casos. Esta mañana escribí un mensaje todo moderado, informando a mi alumno de que no, la parte oral no es opcional, gracias. Que era muy libre de no presentarse a ella, si lo que le gusta en la vida es suspender asignaturas. Buenos días, etc.
Así que esta mañana me fui a trabajar, todo orgulloso de mi determinación y de mi severidad docente. Y antes de comer me encontré con otro mensaje del alumno, en la siguiente onda: "huy, es que me viene fatal, qué tal si le entrego los trabajos mañana y le hago la exposición el martes que viene, jijijí, jajajá".
Por encima de mi cadáver.
Éste es el mensaje que me quedo con ganas de enviarle, pero que no enviaré porque en estos tiempos que corren hay que tener una delicadeza extrema con las personas, animales y cosas:
Pero no. Me quedo sin escribir este mensaje salvo en el mundo de la ficción blogger. Me quedo un poco más a gusto. Y ahora, a escribir un mensaje mesurado... ¡Qué trabajos nos manda el Señor!
Este pasado año la tendencia a la baja en el número de alumnos matriculados ha producido una cifra récord: una persona. Y encima ésta consiguió una beca Erasmus para marcharse a estudiar el curso fuera. La consecuencia para mí ha sido que durante un cuatrimestre he vivido el chollo de ser un profesor sin alumnos. No podía creer mi suerte: poder dedicar las horas de clase a lo que verdaderamente me gusta, investigar, y no tener que preparar ni corregir exámenes.
Mi gozo en un pozo: en junio el estudiante volvió a España con un buen fajo de asignaturas suspendidas en el extranjero. Entre ellas, la mía.
Este hecho sin precedentes de que un alumno Erasmus suspenda me dejó bastante descolocado y en la onerosa situación de tener que poner un examen en Septiembre. Por mi bien y el del alumno, acordé con él reducir el examen a presentar dos pequeños trabajos por escrito y exponer uno de ellos oralmente. La fecha del examen, fijada desde inicios de curso, estaba prevista para pasado mañana.
Hasta aquí, todo bien. Ayer me llegó un correo electrónico del alumno diciendo que ya tenía los trabajos preparados, pero que no le iba a dar tiempo a preparar la exposición, y que si no podíamos dejarlo correr y basar la nota únicamente en los trabajos.
Me fui a la cama con una rara sensación en la boca del estómago transmitiéndome el siguiente mensaje: "cárgatelo". Pero no soy hombre de tomar decisiones antes de consultarlas con la almohada, sobre todo en estos casos. Esta mañana escribí un mensaje todo moderado, informando a mi alumno de que no, la parte oral no es opcional, gracias. Que era muy libre de no presentarse a ella, si lo que le gusta en la vida es suspender asignaturas. Buenos días, etc.
Así que esta mañana me fui a trabajar, todo orgulloso de mi determinación y de mi severidad docente. Y antes de comer me encontré con otro mensaje del alumno, en la siguiente onda: "huy, es que me viene fatal, qué tal si le entrego los trabajos mañana y le hago la exposición el martes que viene, jijijí, jajajá".
Por encima de mi cadáver.
Éste es el mensaje que me quedo con ganas de enviarle, pero que no enviaré porque en estos tiempos que corren hay que tener una delicadeza extrema con las personas, animales y cosas:
"Mira, niño: el calendario de exámenes sólo lleva puesto en el tablón de la Facultad un año entero. Comprendo que no hayas tenido tiempo de mirarlo y organizarte antes. Lamento que algo tan insignificante como un examen de fin de curso se interponga en el estupendo viaje de fin de semana que has organizado con tus amiguitos y me parece comprensible que pretendas que te cambie el examen por tu cara bonita: al fin y al cabo, todo el mundo sabe que soy el profesor más tonto de toda la Facultad. Me imagino que una serie de terroríficas circunstancias ajenas a tu voluntad te habrán obligado a matricularte contra tus deseos en esta asignatura, a rascarte los huevos durante meses mientras ibas de fiesta Erasmus en fiesta Erasmus y ahora a no poder hacer el examen de la forma que habíamos acordado hace tres meses. Y en vista de que comprendo a la perfección tu acuciante situación, quedas suspendido «a divinis» por los siglos de los siglos, amén. Fuera de mi vista".
Pero no. Me quedo sin escribir este mensaje salvo en el mundo de la ficción blogger. Me quedo un poco más a gusto. Y ahora, a escribir un mensaje mesurado... ¡Qué trabajos nos manda el Señor!
5 comentarios:
Tu que vas a ser un mal profe (conociendote, anda ya!)... lo que pasa que estos niños de hoy tienen mucha jeta... vamos ni se te ocurra recular... Una pregunta, lo que está puesto en cursiva el jijiji, jajaja, ¿también te lo ha puesto?
CARGATELO!
No ahora en serio, no cedas ni un pelo... Besos. Alber
eres un blando! que no me entere yo que accedes a suavizar el examen, sobre todo porque pondría la mano en el fuego que esos trabajos escritos los ha copiado o los ha mandado hacer a alguien. si no te mantienes en tu sitio, y ahora completamente en serio, no te van a respetar como profesor, porque tú eres el primero que no lo haría consigo mismo, pero si pones a ese muchacho imbécil en su sitio, sientas un precedente merecedor de muchos cafés. además, si es el último año de carrera, ya ha tenido tiempo para aprender a no ser un jilipollas. que le den a tu alumno.
Tu alumno es sacerdote o algo? Lo digo por lo de suspenderlo "a divinis", que digo yo que sería más adecuada la expresión "sine die" pero bueno... Tú mismo...
Jijiji
Cari, yo defiendo lo contrari... por dios ¡APRUEBALO! El chaval parece majísimo, tiene mucha gracias, es la mejor disculpa que he oído en años ("me viene fatal").
Sin olvidar el efecto propagandístico que tendría en tu facultad: "Una asignatura en la que aprueba el 100% de los presentados!!!" El año que viene tienes allí cien alumnos (todos guapísimos mirando embobados como explicas y como los apruebas a todos...!
Anda, porfi, no me seas asín....Bezos.
p.S. gaysinley,nils, sois unos desalmados, ya no os acordáis de vuestos dias de alumnos... A lo mejor el chaval tuvo una fiesta o tiene que ir a comprar ropa para el invierno o estaba conmigo en la cama, jajaja. ¡Un poco de considéración! Ademas la verdad, el acelerador de partículas ese ya está en marcha... qué mas da un físico más o menos?
Bezos.
Los ejemplos que has buscado mientras te preguntabas a ti mismo (que nosotros no podemos juzgar. No somos tus alumnos) son brutales y tremendamente acertados.
El morro que tiene el alumno se te ha quedado corto en el título del post. Manda carallo!!
Es el primer Erasmus que ha suspendido del que tengo noticia. Vamos, de hecho, pensé que les daban una especie de aprobado general, porque todooooooooos los que conozco se sacaron el curso (normalmente cuarto de Filología Inglesa, del plan antigüo, que era el más chungo) con la gorra... y sin esfuerzo.
Me alegra saber que al menos has podido desahogarte aquí, porque ciertamente la respuesta no era como para enviársela, aunque la merezca. Que la merece.
Besos.
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