octubre 01, 2008

Un dato alarmante

Es un hecho bien sabido que soy una persona dada a la concupiscencia, propensa a los pensamientos lúbricos, proclive a actitudes libidinosas y notoriamente salaz. En otras palabras, que soy un guarrete.

Esto es así y hay que comprender que forma parte de mi persona lo mismo que la forman mi calva, mi afición al jazz o mis gustos literarios.

Por eso me preocupa lo que me ha ocurrido esta noche. Como cada cierto tiempo, andábame yo envuelto en un sueño erótico, cuyos detalles no voy a compartir aquí más allá del punto de indicar que involucraban una habitación de hotel, una cama king size y un grupito de hombres, al menos un par de los cuales -curiosos detalles, los de los sueños- tenían pinta de argentinos y/o brasileños.


Todo estupendo hasta aquí. El problema vino cuando me di cuenta de que aquello no podía ser más que un sueño. Seguro que conocéis esa sensación de darse uno cuenta de que está soñando, y poder elegir entre despertar o seguir adelante con ello. Pues bien: elegí despertarme. Y mi racción fue de alivio: "uf, qué maravilla, qué bien estar aquí tranquilito en mi cama y poder descansar un poco más, en vez de estar metido en todo ese jaleo".

Lo cual va en contra de todos mis principios y me parece profundamente antinatural.

Y lo que demuestra que estos días ando con la adrenalina por las nubes y la testosterona por los suelos. Lo cual es una pésima noticia no sólo para mi vida erótica, sino también para todo mi organismo en general y para mi sistema inmunitario en particular.

Qué mal me sienta octubre, caramba.


8 comentarios:

Robin Shilvadin dijo...

Te odio cuando pones fotos tan chulas, porque tengo que abrirlas en mil pestañas y me tiro más tiempo deleitándolas que leyéndote, jejeje.

Ya me contarás más detalles de ese sueño y yo a cambio te doy detalles de lo bueno que sabe el chocolate belga compartido ;)

Mocho dijo...

Ay, bueno, por fin una entrada con chicha.

¡Hola!

Imagínate si no llegas a elegir despertar, te hubieras levantado al día siguiente con un dolor que ni te cuento.

Anónimo dijo...

Seguro ke no eran argentinos; los argentinos ni follan, ni tocan ni na de na.

Thiago dijo...

Cari, pues si yo fuera tu, hubiera elegido quedarme en el sueño, es más si me das la dirección, voy y lo sueño yo, jajaajaj

Bezos.

Sufur dijo...

Qué rápido comentáis cuando pongo fotos warris... ;-)

gaysinley dijo...

Ains... si yo te contara... es que mira que es horroroso el comienzo de curso...

Arriba la Esteban, que tu vales mucho corazón... ya vendrá la líbido, que debe andar de vacaciones aún.

Besos glandes... jajaja!

Nils dijo...

me temo que voy a tener que contarte unos remedios que conozco para sentirte mejor en todos los aspectos. son mano de santo. quedamos a un café y te pones al día.

BIRA dijo...

A mí me pasa muchas veces que sueño algo que me gusta tanto que si por cualquier cosa me despierto, necesito concentrarme y seguir soñando (sí, despierta, qué pasa?). Nunca me ha pasado al revés, salvo que el sueño sea una pesadilla (que también abundan en mi cabecita).

Cómo andará mi organismo? Jodido, no?

A mí me sienta fatal no sólo octubre, sino también noviembre... y es que los muy cretinos osan interponerse entre las adoradas vacaciones de diciembre y yo!

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