mayo 14, 2009

In vino veritas

Hemos ido a cenar a la espléndida Osteria dei Cavalieri, en Pisa, donde los camareros ya nos conocen. Nos hemos zampado un carpaccio di pesce spada como antipasto, seguido de sendas tagliate di manzo (la mía con rúcola y parmiggiano, la de mi colega con salsa de balsámico de Módena) y la panna cotta al cioccolato de rigor en estos casos. La comida, aunque espectacular, no es esencial en este relato: lo importante es que acompañando al condumio ha venido una carísima botella de Brunello di Montalcino, seguida de un par de chupitos de grappa invecchiata, uno de ellos cortesía del simpático a la par que merendable camarero que nos atendió.



Después nos hemos sentado en una terraza de la Piazza Cairoli, donde contraveniendo todas las normas sociales y geográficas me he tomado dos spritzs, charlando y al tiempo admirando a los chulazos en giro por la ciudad a esas horas aún cálidas.

El caso es que el alcohol se me ha subido un tanto a la cabeza.

Tambaleándome de vuelta al hotel, hablaba con mi colega de los más altos designios del alma humana: que si las artes, que si las ciencias, que si la filosofía, que si el júrgol, que si el macramé...

E, inevitablemente, nada más llegar a la la habitación de mi hotel me he desnudado por completo, he puesto en la pantalla una instructiva película de Collin O'Neal y me he hecho un pajote de cuidado. El tal Collin O'Neal es lo que yo llamo un feo-guapo: un tío al que dan ganas de echar cacahuetes a través de los barrotes de la jaula, pero a quien te follarías quinientas veces, si lo tuvieras a mano y se dejara.

En plena y solitaria faena, he caído en cuenta de una cosa que no me ha pillado en absoluto de nuevas: el principal motivo por el cual estaba en ese momento meneándomela como un mono en vez de estar montándomelo en vivo y en directo con otros dos (o más, ya puestos) maromos no era de tipo ético sino más bien práctico: dicho en cristiano, no porque yo sea particularmente fan de la idea de la monogamia sino porque se da la circunstancia de que no suelo verme rodeado de maromos en la adecuada disposición.

Lo cual dice más bien poco, o mucho (según se mire), acerca de los seres humanos masculinos en general y de mi persona en particular.

Asín son las cosas, y asín se las hemos contado. Ahora, a dormir la mona.



Update: no tiene nada que ver con lo anterior, pero lo que anoche era ebriedad desatada hoy es sólo resaca y me acuerdo de otro tipo de cosas. Hoy, si todo va bien, será por fin el lanzamiento de Planck. Hay un artículo bastante asequible en El País acerca del proyecto. La cosa será a las 15:00, hora peninsular, y podrá seguirse en directo a través de diversos sitios web (hasta han abierto una página de Twitter para seguir las fases finales de la preparación del lanzamiento) y en pantallas de diversas universidades y centros de investigación a lo largo y ancho de toda Europa. Crucemos los dedos...

Update del update: Acabo de seguir en directo el lanzamiento y ha sido más emocionante de lo que esperaba. El satélite ya está volando y el Data Processing Center ha empezado a recibir telemetría básica, lo que significa que los instrumentos de a bordo están funcionando... :-)




12 comentarios:

Nyc dijo...

Lo cual dice más bien poco, o mucho (según se mire), acerca de los seres humanos masculinos en general y de mi persona en particular.O eso o que ya llevas demasiado tiempo sin poder disfrutar de las atenciones del osezno, no? ;)

Sufur dijo...

En efecto, unos cinco días: toda una eternidad :-)

MM de planetamurciano dijo...

Estas cosas las solucion yo estando sobrio de día y emborrachándome a partir de las 10 de la noche, ke hay ke ver la de vino ke se bebe en mi casa noche tras noche.
Y en cuanto al pajote, piense ke al menos, mancha menos, porke está el mercao de maromos pa pocas bromas.

Johny Idea dijo...

¿Quén han hecho los pobres Herschel y Plank para que los mandemos al espacio? Eso es que alguno con más poder les tiene tirria y se quiere deshacer de ellos. Seguro que luego presenta sus trabajos como suyos.

Y respecto al otro tema, si miras que son cinco contra el calvo, siempre puedes decir que estuviste con cinco muchachotes (o diez, llegado el caso).

kappyqueens dijo...

Da gusto leerte, imposible contarlo mejor.
Besos.

Sufur dijo...

Es que yo, como el Tim Burton de los "testimonios" chanantes, compagino lo de ser un guarrete con ser especial, y tal...

Nils dijo...

In café veritas.

shepperdsen dijo...

Argh! Te entiendo perfectamente, porque es que si antes andaba salido, últimamente ando aún peor. Que esto de vernos más y no poder catarnos es una cosa horrible.

Además, la soledad de los hoteles no sé qué tiene que estimula el onanismo...

shepperdsen dijo...

Y felicidades por el lanzamiento (menos mal que el satélite no ha hecho "planck!" cuando lo han lanzao :P, I know, very old...).

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

¿Que has lanzao qué? ¿Chulazos en giro, o "chulazos in giro"? (Hola Raffaella).
Ay qué astenia tengo, pero bien. Siempre es un piacere supremo o superiore leggerti, aunque sea así "en la época de Yuri" (la primavera).
E quando arrivi a casa? Joder, estoy de un graciosillo que no me aguanto, es que ya me tomo dos astenolites, y más que me tomaré como sigas que ves a Bruno Lombardi o a un Scotto di Grimaldi, prego (nome finto, sai...bo! scusa).
Besotes

rickisimus2 dijo...

¡Es cierto! La soledad hotelera estimula el onanismo.

Thiago dijo...

jaj cari, asi van las cosas, no? El plank recorriendo el espacio esterior y tu haciendote pajotes con el calvorota ese, jajaaj Hasta quinientas veces te lo follarías? Pero tu estás sguro que es pasivo? jaja

Bezos.

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