junio 07, 2009

Un grano de trigo

Hoy me limito a enlazar a un texto bellísimo de Almudena Grandes que acabo de leer en El País Semanal:


Espero que lo disfruten tanto como lo he disfrutado yo...


5 comentarios:

gaysinley dijo...

Que bonito, sí, es que la magia de leer un buen libro puede ser tan buena compañía en algunos momentos!

Besos

Johny Idea dijo...

No, lo siento, pero no. Por mucho que me gusten los libros, me niego a abrir sus páginas, olerlos y saber si es una edición de los 80 o de los 90, o si es del Fondo de Cultura Económica editado en Méjico o en España. ¡No!
Me conformo con coger los libros, tenerlos en las manos, ojearlos o, símplemente, pasar el dedo por sus lomos en la estantería para buscar un título (como si pasar el dedo ayudase a encontrarlo antes). Desde esa distancia ya me llega el aroma a libro viejo o nuevo. Pero me niego a esnifar libros y tinta de libros y, encima, averiguar cosas gracias a eso. Conozco a un individuo, con el que guardo estrecho parentesco, que lo hace. En ocasiones me hace gracia, pero en otras ocasiones me causa pavor observarlo como si de Gollum acariciando el Anillo se tratara.

Sufur dijo...

Mmm, un libro del 83... ¡excelente añada! Mi tesssoro....

Johny Idea dijo...

En vez de levantar el país trabajando, me he pasado el tiempo desde que hice el comentario leyendo las entradas antiguas de la semana pasada.

Comentarios:

1.- Efectivamente, sólo el osezno sabe por qué está contigo, pero me alegro porque parece que es tu mejor medicina. Os daría una paliza a los dos si lo dejaráis algún día (cosa que espero nunca ocurra, porque no me gusta dar palizas, pero tened por seguro que lo haría).

2.- No, hace 10 años no tenías la misma pinta que ahora. Puedo demostrarlo, pero no voy a hacerlo. Ni yo mismo tenía la misma pinta pese a que nos parezca que seguimos igual. Simplemente, mira las fotos del colegio mayor. Hay una que estamos tú, el señor S. y yo en la terraza que lo demuestra. No la tengo a mano, pero o es un falso recuerdo o la tengo aquí en mi memoria como si eso hubiese ocurrido ayer... bueno, la semana pasada.

3.- Qué añoralgias me ha traído recordar la sala cargada de olor a tabaco de música moderna. Hace tiempo que ni recordaba su existencia. Con el señor S. recorrí los vinilos de Alan Parsons Project (por cierto, él se compró este sábado Gaudí, que yo tengo en cde desde aquella época). También recuerdo aquella sesión en que pusimos a toda mecha el cd de Rogers Waters "Amused to dead" y nos importó una mierda si aparecía el Ñampazampa a "abroncarnos".

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Triste realidad... ¿cómo puede uno atender al ciudadano cuando tiene el alma perdida en tan gratos recuerdos? En fin, menos mal que, como muchas veces, el tema era para otra gente y me he deshecho lo más educadamente posible del ciudadano, eso sí, orientándole hacia el monstruoso S. (que no tiene que ver con el señor S.). No es la única llamada que le queda, pero creo que le he pasado con gente buena y competente dentro ese monstruo. Espero que le vaya bien al hombre.

hm dijo...

Hay una sensación casi sexual en oler un libro nuevo y en pasar sus hojas y notar como van crujiendo...

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