Sí, señores: sobreviví a las saunas (aunque casi me convierto en puré en el baño turco) y a los baños, y hoy logré visitar Tallin: una cucada de ciudad, muy de decorado de película mala de cuentos de Andersen, con la buena suerte de tener un sol magnífico y la mala suerte de coincidir justo con el día en que una manada de turistas españoles desembarcaba en la ciudad desde un crucero por el Báltico. Los españoles, como turistas, somos lo peor.
Cinco horas de visita dan para poco. Tuve que esforzarme un poco por salirme de la ruta y ver aunque solo fuera un poquito de la ciudad "de verdad"; pese a todo, no hubo tiempo para seguir los sabios consejos del señor Mocho (y no ha sido por falta de ganas). Fotos, como de costumbre, he hecho un millón, pero no he podido todavía verlas bien. Vaya aquí un simple aperitivo:
Pero en realidad no quería hablar mucho de Tallin, sino de la trampa en la que nos han metido. Mañana empieza el congreso, se me acaban las mini-vacaciones y he tenido que dejar el relativo calor del centro de Helsinki (por no hablar del diseño y el comfort del Glo) para venirme a Espoo, a un hotel infinitamente peor, rodeado de... nada.
Nada en absoluto.
Bueno, sí: árboles. Y carreteras. Y agua. Y mosquitos. Y nada más.
Menuda encerrona. Veinticuatro horas al día en el hotel del congreso, con la gente del congreso, haciendo cosas de congreso. Yupi.
Bah, que me quejo por vicio: que mientras exista el eje italo-español en las reuniones del satélite, sé que lo voy a pasar bien :-)
8 comentarios:
Entonces creo que llego tarde... el restaurante se llamava SAAGA y estaba en la calle Bulevardi 34... espero que todavía estés a tiempo (perdona, lo encontré anoche, pero entre unas csas y otras no me he acordado hasta ver tu correo)... lo sientoooo.
Seeelebreishon, seeelebreishon
¡Qué pena lo del congreso! Sopórtalo estoicamente.
Es que hay que ver cómo son, te mandan a un congreso a trabajar y te hacen trabajar... :-P
Ya nos contarás lo del eje italo-español
A mí me pasó algo asíN en Wageningen, ciudad fantasma holandesa donde las haya. Salimos a la calle para encontrar un sitio para cenar a una hora "decente" (en el hotel sólo tenían abierto el comedor hasta las 18:30). Al cabo de 15 minutos sin ver a nadie nos acoplamos detrás de una pareja y conseguimos llegar a "la zona de marcha": una heladería y un restaurante italiano. La anécdota: nos recibieron con música de las Baccara! :)
¡Gracias, Hm! Tal vez aun me sirva... Espoo no está tan lejos de Helsinki y el sábado por la tarde/noche iremos a darnos un garbeo por allá: probaremos el sitio. ¿Algún plato que nos recomiendes?
Sisi, Mocho: Yurops livin a selebreishon total :-P
En el fondo, tampoco debería quejarme, Rickisimus... el congreso en sí no está mal. Lo que fastidia un poco es el sitio.
En cuanto a eleje italo-español, Nyc, ya sabes: Dior los cría y ellos se juntan. Esta es una comunidad pequeña y siempre solemos encontrarnos en los congresos los mismos. Hay un grupo de italianas y españoles más o menos de la misma edad que nos llevamos muy bien y no sé qué haría yo sin ell@s!
Qué raros son los países civilizados, Shepperdsen :-)
Gracias por tus visitas desearte un buen fin de semana besitos y saluditos
Pero es que se te olvida algo muy importante: estás ahí por trabajo, nene!.
jajajajaja
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