septiembre 01, 2009

Operación licuefacción

Puedo escribir esta entrada sin que me dé demasiado cargo de conciencia porque sé que el osezno entra en este santo blog sólo de muy de pascuas a ramos... bastante cruz tiene con escuchar mis estupideces día tras día, como para también tener que leerlas.

En seguida se sabrá a lo que me refiero. Al final, hoy no he tenido que hacer ninguna elección. Me fui al embarcadero a pillar el transbordador rápido a Tallín, pero todos los viajes de hoy estaban suspendidos por el viento. Así que me he tenido que quedar en Helsinki. Si mañana mejora el tiempo, probaré de nuevo.

Helsinki es una ciudad agradable, limpia, ordenada, tranquila, como nueva. Vamos, que es un poco muermo. Yendo a mi paso y sin entrar en museos y galerías, se ve todo lo interesante en medio día (mañana, si tampoco puedo viajar a Tallin, empezaré la ronda de los museos). Encima el tiempo no ha acompañado demasiado, así que he hecho menos fotografías de las habituales. A las cuatro de la tarde ya estaba en el hotel.

Y aquí viene la parte que podría enfurruñar al osezno. El hotel está realmente bien: tengo una habitación en la que cabría la población entera de Luxemburgo y una bañera en la que podrían estar bien cómodas dos personas, o más si se apretaran un poco. Más aún, en la octava planta del hotel hay un spa con tres tipos de sauna: baño turco, sauna con aromaterapia y sauna tradicional finlandesa. Y el osezno, que es adicto a los baños de los de espuma y patito de goma, siempre se lamenta de que el principal defecto de la casa a la que nos mudamos hace un par de años es que el cuarto de baño tiene ducha en vez de bañera. Siempre que vamos a algún viaje se las apaña para elegir un hotel con baño completo y así poder dedicarse un par de horas como mínimo para bañarse a gusto.


Pues bien, lo siento por el osezno, pero hoy quien se va a dar los baños es un servidor. Dado que afuera llueve y hace más bien frío, creo que voy a usar las tres saunas hasta que se me derritan las neuronas.


Y si me quedo con ganas de más, esta mañana he pasado por la Lush más cercana a comprar jabones y sales de baño para mi bañera.


Así que ya sabéis: si no volvéis a tener noticias mías, será que me he disuelto por completo, en el mejor de los casos, o me he cocido como una langosta, en el peor. Avisado queda.



3 comentarios:

Nils dijo...

qué entrada más relimpia que te ha quedado!

Nyc dijo...

Donde yo vivo es como una sauna, claro que sin los tíos buenorros como el de la foto. Joder, qué depresión :(

rickisimus2 dijo...

Ya te dije que Helsinki se ve en poco y ná de tiempo. El año pasado pillé la "noche blanca" y estaban las calles muy animadas.

A ver si hay suerte y puedes ir a Tallin.

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