septiembre 05, 2009

Un poco decepcionado

Me quedan como mucho un par de telediarios (en Finlandia, se entiende) y, la verdad, las cosas no han ido como yo esperaba.

Pongamos el caso de los finlandeses. No es que yo sea muy de rubios -eso es más la especialidad fetichista de Nils-, pero qué se yo, me esperaba algo diferente. Tenía la vaga impresión de que iba a encontrarme rodeado de escandinavos de unos tres metros de altura, con músculos, martillo Mjolnir y nube de relámpagos a juego, rodeándome por todas partes:


Pero lejos de encontrarmecon una raza de gigantes ultraterrenos, me he encontrado en sosolandia. He comparado notas con mis amigas italianas y todos coincidimos: qué desilusión. Ni especialmente altos, ni especialmente guapos, ni nada de nada. Ya me lo había avisado Nils, que dice que son mil veces mejores los daneses. Se conoce que Finlandia es la tierra donde se mezclan los genes escandinavos con los cromosomas eslavos y los alelos lapones, y por una vez el mestizaje no ha producido belleza, sino todo lo contrario. Pues vaya birria.

He llamado a consultas a mis embajadores en heterolandia, y me han dicho que con las féminas ocurre lo mismo. Ellos esperaban verse rodeados de seductoras valikiras, y en su lugar se han encontrado con esto:


La segunda decepción tiene que ver con el desayuno en el hotel: qué birria de buffet nórdico, que sólo tiene dos tipos de arenques marinados. ¡Puaf!

Y la tercera decepción me toca además un punto sensible: el bolsillo. Encontré una chistería internacional bastante bien surtida y, con cierto esfuerzo monetario, me hice con los primeros -y espero que últimos- tomos de la colección New Exiles. Me gustaba el planteamiento de la colección vieja y tenía ganas de ver qué hacía Claremont con los nuevos personajes.



Pues seré breve en mi apreciación: vaya caca maraca.

Hacía tiempo que no me aburría tanto leyendo cómic. Y lo peor de todo es que no me ha pillado totalmente por sorpresa: ya la última colección de Excalibur me pareció más bien flojilla, pero esperaba que fuera algo pasajero. O bien a Claremont se le ha ido la pinza por completo, o bien su reciente enfermedad le ha dejado secuelas más graves de las esperadas, o bien mis gustos han ido cambiando y ahora prefiero otras maneras de las narrar historias. No, esto último no creo que sea, porque sigo releyendo las historias clásicas de los X-Men -aquella época en la que Tormenta era un personaje interesante, de carácter, y no un maniquí de relleno como ahora- y corriéndome de gusto. Sea cual sea el motivo, vaya forma más tonta la mía de tirar el dinero...


4 comentarios:

Nils dijo...

dos tipos de arenque son dos tipos más de los que hacen falta en un buen bufé de desayuno.

Nyc dijo...

Ha sido un viaje duro, no? A ver qué depara los que te quedan

Thiago dijo...

Ay, cari por dios, como lo siento... mira que ir tan lejos pa follarte un rubio, comer una parrocha y leer un tbo, pa ná, jajajaa

Claro que tu querías a Evan Wade y eso, cari, son palabras mayores, jajaja

bezos.

Sr_Skyzos dijo...

El patriarca mutante está gagá. Como Byrne. Como Moore. Como todos los grandes de los ochenta.

Porque si las historias de siempre están bien escritas, no es que hayamos madurado nosotros, es que ellos se han podrido. Muy a nuestro pesar.

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