Permitidme un bostezo.
El osezno está preocupado porque hoy he dormido diez horas, más o menos las mismas que ayer, y algo más de lo que dormí anteayer. Me pregunta: "¿No te levantas?" Y yo le respondo: "Jrrrzzzzbsssss zzz", a lo que él me dice: "¿te ocurre algo?", y yo: "mmmrrrzzbbububuhzzzz", y él: "¿estás malo?", y yo: "zzzzzzzggggrrrrr", y así sucesivamente. El osezno no termina de entender la situación: el lastre inerte que tiene a su lado en la cama es el mismo tipejo hiperactivo que durante el segundo cuatrimestre del año pasado dormía una media de cinco horas diarias. Tanto desajuste no le entra en la cabeza, porque él es exactamente idéntico a sí mismo a lo largo de todo el año y considera que la ciclotimia es un exótico deporte olímpico que involucra (posiblemente) el uso de bicicletas y, ehm, gansos disecados.
También los gatos andan con la mosca detrás de la oreja, sobre todo Mastropiero. Se acerca a la cama poniendo cara de circunstancias y me husmea, preguntándose si no habré tenido el mal gusto de morirme sin avisar.
Pero no me pasa nada raro. Simplemente tengo más altibajos que la carrera musical de Camilo Sesto, y en estos días tan fríos y oscuros de enero lo único que me apetece es hacerme un ovillo en un sitio caliente y no mover ni pie ni pata. Ya tendré tiempo de volver a la histeria y el frenesí: concretamente, a partir de mañana. Hasta entonces, que me dejen dormir en paz, por favor.
El osezno está preocupado porque hoy he dormido diez horas, más o menos las mismas que ayer, y algo más de lo que dormí anteayer. Me pregunta: "¿No te levantas?" Y yo le respondo: "Jrrrzzzzbsssss zzz", a lo que él me dice: "¿te ocurre algo?", y yo: "mmmrrrzzbbububuhzzzz", y él: "¿estás malo?", y yo: "zzzzzzzggggrrrrr", y así sucesivamente. El osezno no termina de entender la situación: el lastre inerte que tiene a su lado en la cama es el mismo tipejo hiperactivo que durante el segundo cuatrimestre del año pasado dormía una media de cinco horas diarias. Tanto desajuste no le entra en la cabeza, porque él es exactamente idéntico a sí mismo a lo largo de todo el año y considera que la ciclotimia es un exótico deporte olímpico que involucra (posiblemente) el uso de bicicletas y, ehm, gansos disecados.
También los gatos andan con la mosca detrás de la oreja, sobre todo Mastropiero. Se acerca a la cama poniendo cara de circunstancias y me husmea, preguntándose si no habré tenido el mal gusto de morirme sin avisar.
Pero no me pasa nada raro. Simplemente tengo más altibajos que la carrera musical de Camilo Sesto, y en estos días tan fríos y oscuros de enero lo único que me apetece es hacerme un ovillo en un sitio caliente y no mover ni pie ni pata. Ya tendré tiempo de volver a la histeria y el frenesí: concretamente, a partir de mañana. Hasta entonces, que me dejen dormir en paz, por favor.
9 comentarios:
Pensaba que los plantígrados no os reactivábais hasta la primavera, o por lo menos hasta el día de la marmota.
con lo a gusto q se está calentito bajo las sábanas ¿verdad?
Por qué no lo entenderán? Yo en periodos de vacaciones duplico o triplico mis horas de sueño tranquilamente... Y que nadie se atreva a molestarme... por su bien :)
Yo que tengo un problema del carajo con dormir aquí está gastandose un frio que se mea la mona...y yo, como soy como las serpientes que necesito calor para hecharme a andar, pues tengo que quedarme en cama dormitando.
gracias por sus comentarios
saludos,
raulito
http://fromtop2bttm.blogspot.com/
Entiendo tu punto.
Aquí, nublado, nieve caída, -2 grados centígrados. No se nos ocurre qué podemos hacer fuera de casa. Ergo, nos quedamos aquí encerrados hasta la hora de irse a dormir de nuevo.
dios como te entiendo... yo según van avanzando las vacas me despierto más tarde, claro que he salido muchas noches y asi es imposible, pero ahora tengo cambiado el sueño... Y vamos, ahora que está nevando en Madrid, dan ganas de meterse en la cama... y no levantarse hasta el verano, jaja
Bezos.
De repente me siento como Bruce Willis en Los sustitutos porque has descrito mis últimos días. Y sólo de pensar en mañana... brrr...
Aprovecha, aprovecha, que ya queda muy poquito....
Jajajaja, te entiendo perfectamente, yo con el frío llego tarde al curro cada dos por tres porque me cuesta hacerlo todo un mundo... cuando llega el calor, me presento en el curro antes de hora.
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