abril 14, 2010

Mastropiero

Cuando Mastropiero llegó a casa, era una bolita diminuta, toda pelos, huesecillos, orejas y ojos. Me cuentan que lo primero que hizo fue correr a esconderse debajo de un sofá. Después de unas horas de cautela, empezó a jugar al gato y al ratón con el osezno, persiguiéndole a la cocina cuando el osezno no miraba y corriendo otra vez a esconderse cuando notaba que alguien se fijaba en él.


Al principio no me gustó la idea de tenerle. Me fastidiaba la idea de los pelos en la ropa, de los arañazos en los muebles, de las posibles alergias, de la responsabilidad de cuidar a un ser vivo. Y sobre todo temía encariñarme con él y luego, pasados unos años, tener que despedirme. Pero yo acababa de irme de postdoc a Italia y pensé que al osezno le vendría bien tener compañía en casa, aunque fuera compañía gatuna.


Me enamoré de Mastropiero en una de mis primeras visitas a España. Él era aún muy pequeñito y, con la curiosidad de los gatos, se me encaramó bata arriba mientras yo cocinaba. No me dí cuenta hasta que me llegó al cuello. De repente me encontré con un hocico bigotudo oliéndome la cara y me pareció que me sonreía.


Mastropiero fue creciendo. Atravesó la etapa de la juventud juguetona en la que no sabíamos si teníamos un gato o un perro. Jugábamos a lanzarle una pelota de goma, él salía disparado a buscarla y luego nos la traía agarrada con los dientes para que se la volviéramos a lanzar. Se escapaba por la ventana del tejado y se colaba en las casas de los vecinos. Aprendió a controlar nuestros ritmos de sueño y a despertarnos cada mañana diez minutos antes de que sonara el despertador.




Tuvo dos grandes crisis existenciales. La primera, al cambiarnos de casa. Yo creo que aún sigue echando de menos aquel ático abarrotado de libros y huecos donde esconderse. La segunda fue la llegada del benjamín de la casa, Baldomero. Mastropiero se convirtió en el príncipe destronado, aunque para mí siempre ha sido sencillamente el mejor gato del mundo.


Mastropiero fue creciendo y el carácter se le fue apaciguando. Seguía viniendo a dormir con nosotros en las noches frías de invierno, al menos hasta que Baldomero le echaba de la cama, y seguía esperándonos a la puerta de casa cuando nos oía llegar de la calle. Siempre reservado, como distante, pero al mismo tiempo profundamente dependiente de nosotros. Cuando nos íbamos de vacaciones se deprimía, cuando nos quedábamos en casa todo un fin de semana se le veía feliz.


A Mastropiero le gustan el yogur, las lonchas de pavo, el atún y los trocitos de pollo asado o a la plancha. Disfruta tumbándose al sol y estirándose al máximo. Le gusta frotarse contra los muebles y que le rasquen detrás de las orejas. Le encanta su sitio secreto en la repisa más alta de la casa, allá donde sólo puede llegar él y donde sabe que puede estar tranquilo, dominándolo todo. Adora meterse en armarios y en cajas de cartón vacías, y fingir que se escapa de casa pero sin subir nunca más allá del rellano de arriba. Sabe interpretar nuestros estados de ánimo: cuando el osezno se fue a vivir a Grecia y yo me quedé triste Mastropiero no se separó de mí. Es complejo, neurótico, despierto, sensible, y sobre todo muy muy bueno.




Mastropiero no ha cumplido los ocho años. Desde hace un mes vomita mucho y come poco. Ha perdido la cuarta parte de su peso en pocas semanas. Hoy nos han confirmado con una ecografía que tiene un riñón totalmente destrozado; no sabemos si se tratará de un tumor maligno pero la veterinaria es pesimista. Mañana sabremos si merece la pena operarle o hay que sacrificarlo.


Los gatos tienen muchas vidas y aún tengo esperanzas. Si, como parece más probable, resulta que Mastropiero sólo tiene una vida, espero que ésta haya sido tan buena para él como lo ha sido para nosotros disfrutar de su compañía.





¿Es o no es un gato guapo?




19 comentarios:

MM de planetamurciano dijo...

Jooooer....Ke cosa más bonica...De entrada y de gato..Suerte ke Mastropiero los tuvo a ustedes dos para saberlo tratar y apreciar.
Me voy con el lacrimal lleno y los pelos de punta.

Anónimo dijo...

Cómo puede haber gente que diga que los gatos son animales ariscos y distantes??? Quien no ha convivido con uno no puede apreciar todas estas cosas.

Espero que se recupere, mucha mierda Mastropiero!!!

Thiago dijo...

Vaya, cari, parece que ha llegado el momento que tanto temías cuándo llegó. pero bueno, seguro que ha sido un gato feliz que os ha hecho feliz a vosotros. Qué llega el fin hay que asumirlo, tienen siete vidas pero creo que es para las caídas y eso... Yo ya tengo una de mis perras tb. mayorcita, y eso va a ser terrible...

Pero bueno, hay que recordad que en cualquier caso valen la pena por todos los buenos ratos que se pasan con ellos, y realmente es muy guapo...

Bezos

matilde dijo...

És un gato guapísimo, Sufur, y eso que yo soy más de perros.
Me gusta el nombre. Mastropiero. Tiene algo que ver con los Luthiers?
Ojalá sus males tengan remedio. Mis mejores deseos para el misino.

2SOLESMUSICA dijo...

Espero que todo salga bien. En cualquier caso, se le ve en la cara y en sus ojos, que han sido 8 años en los que ha disfrutado muchísimo. Vosotros también...

Sr_Skyzos dijo...

Y fotogénico.

Te roban el corazón y a veces son más humanos que nosotros mismos. Yo todavía me acuerdo de Mr. Floppy, que vino a casa persiguiendo a su madre cuando todavía no sabía andar y un día, ya mayor, se fue a por tabaco y nunca volvió.

rickisimus2 dijo...

Qué bonita entrada y ¡qué fotos! La séptima foto es regia.

starfighter dijo...

Guapo no, guapérrimo. Y ojalá que mañana tengas buenas noticias , que se lo que es pasar por ahí. Besucos.

Eleuterio dijo...

Un abrazo de quien siempre ha convivido con perros y sabe de qué estás hablando.

Héctor Desterrado dijo...

Ehhh... animo. Es un gato precioso y seguro que ha vivido muy feliz. Yo tuve que sacrificar a un perro y lo pasé fatal, tenía doce años y no podía andar. Pero me consuelo pensando lo feliz que vivió en casa.

Justo dijo...

Me he quedado enamorado.. de verdad, de él y de tu mirada -y de tus pies, pero ese es otro tema-.

Pase lo que pase -y tengo la intuición de que Mastropiero se va a quedar aún unos años con vosotros, verás como sí- habrá merecido la pena, esa convivencia es un milagro en sí misma, si hay algo que perdura tras la muerte debe incluir esos destellos de felicidad con los animales que amamos...

Permíteme el enlace, no es propaganda, es que lo quiero compartir contigo: un fuerte abrazo a los dos.

http://tiburonesenkorador.blogspot.com/2009/09/doris-lessing-con-los-gatos-de-tu-vida.html

Allau dijo...

Esto ha sido una manipulación sentimental en toda la regla; pero Mastropiero se la merece por guapo y por gato. ¡Suerte!

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Pues lo mismo digo de tus pies (ó los del osezno)...me han llamado la atención, son de Ingres, de artista...
Me puse a soltar lagrimillas al final, aunque haya tenido más suerte con mis perros que con mis gatos. Y he pensado, no sé, soy bastante de letras, que la noticia no tiene porqué ser totalmente mala, y puede haber algún tipo de terapia, incluso si el tema estuviera avanzado (igual es una barbaridad), no sé, un trasplante con éxito para ese gatillo con nombre de "Les Luthiers"...No lo des todo por perdido nunca, y además yo pediría consejo a dos ó tres veterinarios: eso no es un gato, es una persona.
Será olfato, intuición, no sé qué será, pero desde el principio de la entrada me olía lo que ibas a contar. Es posible que haya bastantes terapias, o que incluso tenga una inflamación. Mastropiero y Baldomero, forman parte de nuestras mascotas-blog, así que me he quedado preocupado, por tí. No sé, no soy pesimista, quiero creer que se curará, lo intuyo...
Muy buen gusto en tus últimas lecturas, creo que "La suerte de los Bodkin" fue lo último que leí de él (de Wodehouse): Soberbio.
Besotes.

Mocho dijo...

animitos, rey

Sufur dijo...

Gracias a todos por los comentarios de ánimo. La verdad es que un mensajito en un blog parece poca cosa, pero me estoy sintiendo muy acompañado y querido por estos detalles y por los mensajes que estoy recibiendo. Muchas gracias, de verdad.

Hoy nos han llegado los resultados de la analítica de sangre y parecen abrir un rayito de esperanza que ayer no teníamos. El lunes le van a operar y con suerte puede que todo se quede en un riñón extirpado... no se sabe aún. Mi cerebro no quiere hacerse ilusiones pero el corazón no abandona la esperanza. Por el momento, me alegra mucho saber que como mínimo aún disfrutaré de un fin de semana con el bichín :-)

Muchos besos, amigos

Leralion dijo...

Más allá de ser guapo, ya lo has dicho, es el mejor gato del mundo. Prácticamente me has convencido. Mucha suerte para el minino.

baron Samedi dijo...

Dar y recibir amor es el destino de los seres vivos. Mastropiero lo ha cumplido, sólo al verlo te das cuenta que es un gato feliz. Ojalá pueda irse en paz al cielo de las mascotas que es el recuerdo vivo de aquellos animalitos que nos hicieron la vida menos solitaria. Un abrazo, amigo. Te entiendo bien pues hace bien poco pasé por algo similar. Ánimo, estamos contigo.

hm dijo...

Joder... desde el principio veía que venía una mala noticia... bueno, al menos por tu comentario último parece que al final vais a tener un gato con un riñón menos, pero bueno... tampoco es para preocuparse, con lo fotogénico que es, seguro que le quedará bien hasta la cicatriz de la operación.

Venga chavalote, mucho ánimo.

Peritoni dijo...

Joder, sé cómo te sientes (tenemos a nuestro Max), no veas cómo sufro con mi perro siempre malucho.
Y tuve a Duncan al que al final de su vida tuve que sacrificar, hace catorce años y aún se me saltan las lágrimas escribiendo esto...

Lo del riñón puede ser que si es sólo uno se lo puedan extirpar, ¿no?.
Ay no sé, mucha suerte y mucho ánimo.

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