RETRASO DE LA ENTRADA: 18 días
Ha llegado el momento de hablar de mariconeo.
Así a primera vista, yo diría que Copenhague es tercera ciudad más gay que he visitado nunca, tras Madrid y San Paquito. Sim embargo esa impresión puede estar seriamente afectada por un sesgo de selección porque no la he visitado en unas fechas normales. Justo durante los días que anduve por allí se celebraba el Orgullo Gay y la ciudad estaba a rebosar de nórdicos y nórdicas con ganas de desmelenarse. El entretenimiento estaba asegurado.
Tenía razón Nils cuando me mandó sus consejos sobre Copenhague: el antro que más me gustó fue el Jailhouse. A pesar de su estética carcelaria, con sus reservados protegidos con barrotes y sus camareros vestidos con uniformes de prisión, me pareció un sitio de atmósfera amistosa y relajada. La entrada fue apoteósica: durante la primera hora que Hm y un servidor estuvimos allí nos entraron un chino, un par de rubiaken postadolescentes y el Pulpo Mulato. Lo de este último fue algo digno de verse: se encaramó a los barrotes frente a nosotros, nos hizo un baile sensual, nos metió mano -yo temiendo que nos quisiera robar la cartera-, nos restregó el paquete por la cara a los dos y, en un momento de especial efusividad, me dijo:
La buena impresión se mantuvo en resto de sitios que visitamos: el Masken, famoso por su mural de "lo que el viento se llevó" y por el camarero de cautivadora sonrisa, el Cosy Bar, donde hubo buenas dosis de recochineo con el fulano del guardarropa cada vez que entrábamos y salíamos-, el Never Mind, la BearAware Party... En todas partes me llamó la atención la cantidad de gente que había hasta las tantas, lo abiertos que parecían los rubiaken y el buen rollito que parecía respirarse... de nuevo, puede que todo eso fuera una ilusión causada por las fiestas, pero el hecho es que me encantó.
Y llegamos al plato fuerte: el desfile del Orgullo Gay.
Así a primera vista, yo diría que Copenhague es tercera ciudad más gay que he visitado nunca, tras Madrid y San Paquito. Sim embargo esa impresión puede estar seriamente afectada por un sesgo de selección porque no la he visitado en unas fechas normales. Justo durante los días que anduve por allí se celebraba el Orgullo Gay y la ciudad estaba a rebosar de nórdicos y nórdicas con ganas de desmelenarse. El entretenimiento estaba asegurado.
Tenía razón Nils cuando me mandó sus consejos sobre Copenhague: el antro que más me gustó fue el Jailhouse. A pesar de su estética carcelaria, con sus reservados protegidos con barrotes y sus camareros vestidos con uniformes de prisión, me pareció un sitio de atmósfera amistosa y relajada. La entrada fue apoteósica: durante la primera hora que Hm y un servidor estuvimos allí nos entraron un chino, un par de rubiaken postadolescentes y el Pulpo Mulato. Lo de este último fue algo digno de verse: se encaramó a los barrotes frente a nosotros, nos hizo un baile sensual, nos metió mano -yo temiendo que nos quisiera robar la cartera-, nos restregó el paquete por la cara a los dos y, en un momento de especial efusividad, me dijo:
- ¿Es tu novio? -señalando a Hm.A partir de ese momento decidí que Copenhague me gustaba una barbaridad.
- Pues no...
- ¡Estupendo! ¿Te vienes conmigo?
- Ehhh... no, gracias.
- ¿Me das tu número de teléfono y te llamo mañana?
- Ehhh... huy, voy a estar ocupadísimo mañana.
- ¿Y hasta cuándo te quedas en Copenhague?
- Hasta mañana por la noche -mentí.
- Qué pena...
La buena impresión se mantuvo en resto de sitios que visitamos: el Masken, famoso por su mural de "lo que el viento se llevó" y por el camarero de cautivadora sonrisa, el Cosy Bar, donde hubo buenas dosis de recochineo con el fulano del guardarropa cada vez que entrábamos y salíamos-, el Never Mind, la BearAware Party... En todas partes me llamó la atención la cantidad de gente que había hasta las tantas, lo abiertos que parecían los rubiaken y el buen rollito que parecía respirarse... de nuevo, puede que todo eso fuera una ilusión causada por las fiestas, pero el hecho es que me encantó.
Y llegamos al plato fuerte: el desfile del Orgullo Gay.
No se trataba del macroevento multitudinario que es la manifestación de Madrid, pero parecía que todo Copenhague estaba allí. El itinerario de la marcha era mucho más largo que el madrileño, sin embargo, y tardamos unas buenas tres horas en recorrerlo todo a pesar de movernos a buen paso. A continuación, el inevitable reportaje fotográfico:
Human rights are my pride
El contenido reivindicativo de la marcha, que es lo verdaderamente importante, ocupaba una porción relativamente mayor de la caravana que en Madrid. El eslógan "human rights are my pride" (los derechos humanos son mi orgullo) de la pancarta de Amnistía Internacional abría la marcha. A continuación destacaban entre otros el grupo que llamaba la atención sobre la situación de los homosexuales en Irán, el grupo Stop Aids y, cosa curiosa y rara de ver en estas latitudes, los grupos corporativos: homosexuales de Microsoft, de Apple... ¿para cuándo un grupo de gays y lesbianas de la COPE? También destacaba el gran número de familias con hijos que participaban en el desfile.
Disfraces
Por supuesto que no faltaron los colorines, las lentejuelas, la fantasía y la diversión:
Buenrollismo
Caravana de mujeres
Me dio la sensación de que Dinamarca, o al menos Copenhague, debe de ser el paraíso de las lesbianas. Había muchas más mujeres (y se las veía mucho más contentas) que en Madrid o en cualquier otra marcha del orgullo LGBT que yo haya visto. Muchas de las carrozas estaban ocupadas íntegramente por mujeres y mirases donde mirases había chicas participando. No daba esa sensación de ghetto masculino que casi siempre tengo en Chueca.
Carne
La verdad es que el tiempo se portó bien y las nubes dejaron asomarse el Sol durante un buen rato, sobre todo al comienzo de la manifestación. Pero de todas formas Dinamarca no es precisamente un país cálido y por lo general la gente iba bastante más recatada que en Madrid. Aun así, aún está por verse el día en que más de media docena de gays se reúnan para celebrar algo y ninguno se descamise en algún momento dado... En general, menos musculocas y más cuerpos naturales que en Madrid.
Love
...que no falte...
8 comentarios:
normal que te entraran en CPH, ellos saben valorar lo bueno!
A mí me llamó mucho la atención cuando estuve coincidiendo con la marcha del orgullo que incluso la bandera del ayuntamiento se cambió por la arcoiris durante la tarde de la manifestación. Aquí en España, impensable...
En nuestro ayuntamiento se pone la bandera arcoiris durante el orgullo...y estamos en la provincia alemana, esto no es Berlín.
Muy bonitas fotos, muy frescas. Si ser peludo da puntos en Copenaghe trataré de evitar ese destino, no sea cosa que me meta en problemas...
Ainsss, cuánto bueno en las fotos. Aunque hay alguno que podría ser "Señora de...", que como nos gusta unas lentejuelas con plumas. Lo dicho, habrá que ir a Copenhague y más aún, en agosto.
A mí los países escandinavos me encantan, sólo me falta Noruega. Bueno y Finlandia, escandinavo, lo que se dice escandinavo no es. Hace mucho que no voy a Copenague, pero guardo un buen recuerdo. Pero viviendo en Bruselas me tira más el sur (bueno, también por otras razones que no vienen al caso). Y por cierto, Barcelona es gayérrima! Sólo hay que ir en verano la Mar Bella o la Barceloneta ;)
Me voy a poner colorao del todo, Nils... casi tanto como me puse frente al propio Pulpo. Yo creo que la explicación no estaba tanto en mis cualidades intrínsecas como en la cantidad de alcohol que beben los daneses. ¡Menudas esponjas!
Eleuterio: por algo Alemania es el país #1 de Europa. ¡Y algunos problemas son de lo más dulces! :-)
Starfighter: yo por el momento no he sucumbido a la tentación de las lentejuelas, pero en cualquier momento puede suceder...
¡Bienvenido, NoChu! Tendré que hacer un viajecito a Barcelona en verano, a ver esos sitios tan interesantes, jejeje
Yo lo ke de verdad, de verdad, de verdad kerría saber es...¿Hubo intercambios culturasexuales España/Dinamarca o no? Ke no sueltan prenda, bonicos.
Habiendo leído lo que ha leído, señor Mm, en los dos blogs afectados, ¿usted qué cree? :-P
Jajajaja, qué buenos recuerdos... y hay que ver el señor Mm, qué curioso que es... XDXD.
Y qué más da que haya sesgo, si es para pasarlo así de bien.
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