Llegó el día que el 90% de los hombres de una cierta edad temen más que a la muerte:
- "Señor Sufur, como parte del reconocimiento voy a hacerle un tacto rectal"
Conozco hombres que han llegado a paroxismos de súplicas abyectas con tal de evitar el famoso dedo enguantado. Yo me limité a bajarme los pantalones.
- ¿Le molesta?En realidad, no me molestaba lo más mínimo, pero creí conveniente darle esa pequeña satisfacción al médico.
- Un poco.
Esta es la segunda vez que me he alegrado en la consulta médica de las humildes habilidades que he ido adquiriendo a lo largo de los años, a base de práctica. La otra vez fue aquella ocasión en la que el dentista me dijo "caramba, cuánto tiempo aguanta usted con la boca abierta sin cansarse..."
8 comentarios:
BRAVA!!!
"un poco"
XDDDDDDDDDD
A mi en el dentista tambien me dicen eso de
"Que maravilla! Cuanto abres la boca!!!"
;)
brava! genialo esta entrada ¡y quién fuera dedo...!
Acaba usted de mostrarme que le puedo encontrar el lado lúdico a mi cita con el dentista de la semana que viene...
Puerco.
Pero divertido.
Más de esto
Jajajajajaja.
Iba a poner algo serio, pero hay que mirar el lado divertido. Ya se quedará lo serio para otro día.
¡La entrada brillante!
Hombre, alguna ventaja tendrá que tener tantos años de práctica, ¿no? jajaja, mira que me he reído.
Yo debo ser un pervertido,la verdad,porque cuando mi dentista me mete el dedo enguantado en látex en la boca se me pone aquello contento...jajajaja
Yo siempre comento lo que me dijo el dentista:
- Qué desarrollados tienes los músculos de la boca.
Qué Penita.
Publicar un comentario