The big illustrated report

Este es el reportaje fotográfico del Gay Pride londinense. Es una ristra inacabable de fotos, pero tranquilos, que hay poco texto. Más importante aún, para mantener vivo el interés en los momentos más insospechados pueden aparecer fotos de chulazos...

I. THE PARADE

Al final, muy a pesar de Gallardón y Esperanza Aguirre, el Orgullo Gay londinense se celebró con toda normalidad. De acuerdo con los horarios imperiales, la manifestación empezó a la una de la tarde y se prolongó hasta más de las cuatro, la hora del té, pasando por algunas de las principales calles del centro. Nosotros la vimos en Regent Street, a la altura de Oxford Circus. Y digo que la vimos, en vez de participamos, porque a diferencia de la manifestación de Madrid, en la de Londres solo puedes desfilar si estás registrado y autorizado con antelación, salvo que quieras ir detrás de los camiones de limpieza que van a la cola. Había vallas por todas partes y tuve que conformarme con animar desde la barrera. Llegamos un poco tarde y los mejores sitios estaban ya pillados, por eso la mayor parte de las fotos me han salido con unos encuadres malísimos (para evitar cabezas) o directamente movidas (por tener que hacerlas dando saltos).

Aunque no me hizo nada de ilusión el detalle de no poder participar, tengo que decir que la manifestación me gustó tanto o más que la de Madrid. Fue larguísima y multitudinaria. Otra cosa que me gustó mucho fue que me pareció más reivindicativa y peleona que la hispana. La lista de organizaciones y grupos de apoyo varios estaba bien nutrida. Me llamaron especialmente la atención las comitivas del Teléfono de la Esperanza (o equivalente) y el grupo de ayuda a gays y lesbianas de la tercera edad:

Otra cosa que tampoco solemos ver en nuestras latitudes es grupos religiosos representados en un desfile del orgullo gay. Me pareció deplorable que haya tanto homosexual masoquista (todos conocéis de sobra mi opinión acerca de las religiones: que son todas un timo), pero pongo las fotos de todas formas por la curiosidad. Atención al autobús de los gays musulmanes (con el eslógan "algunos musulmanes son gays: ¡supéralo!") con su chulazo pakistaní bailando medio en bolas...

Otro aspecto llamativo: los gays en el ejército y en la policía. Aquí no solamente no hay problema en ser abiertamente homosexual en las fuerzas de seguridad del Estado, sino que desfilan tan orgullosamente aportando una (inquietante, todo hay que decirlo) nota marcial a la cabalgata... ¡Nos queda mucho que aprender!

Luego vinieron las secciones corporativas y profesionales. He aquí los merendables azafatos de British Airways y AA (el logo de Iberia también estaba por ahí puesto, cosas de las fusiones)

Los cantantes de coro:


Médicos y demás personal sanitario:

A pesar de sus sonrisas, los profesionales de la sanidad de este país están que trinan. Los recortes que está imponiendo Cameron les están dejando con una mano delante y otra detrás. En estos momentos el hospital de Mildmay, uno de los pocos del Reino Unido que ofrecen un servicio integral para pacientes afectados por el VIH, está amenazado de cierre. Atención, porque algo similar nos espera en España como nos descuidemos...

Y abogados, entre otros:

Entre unos grupos y otros se intercalaban secciones más generales, como esta de lesbianas malotas:

O esta de lesbianas más arregladas:


Sin que faltasen los momentos carnavalescos:


He aquí la sección de inmigrantes polacos, folclórica a la par que sencilla:



Los estudiantes del University College of London:

Otra sorpresa más fue el gran número de grupos de actividades deportivas representados en la manifestación. Desde los fanáticos de las artes marciales:

A los equipos de softball:


Pasando cómo no por el júrgol


Y el rugby mmmñamñamñam





Nadadores:



Y las asociaciones de vela. Desconozco si lo de 'cruising' iba con segundas...


Cheerleaders, globitos y banderas:

Una delegación de italianos afirmando que existe otra Italia distinta a la de Berlusconi y el Vaticano:

Los góticos tampoco se perdieron la ocasión de salir, bien cubiertos de crema de protección solar factor 90...

En un momento dado, desafiando valientemente al fresquíbiris inglés, este grupito de señores en calzoncillos nos alegró la vista. El mamífero del tatuaje en el brazo le sonaba al osezno una barbaridad. Una rápida visita a Google nos confirmó que se trataba nada menos que de Bruno Knight, nombre artístico tras el cual se esconde una persona humana con toda la pinta de llamarse como poco Aniceto o Remigio, y cuyo mayor logro interpretativo ha consistido en cepillarse a Alex Marte en una serie de vídeos cerdos de MenAtPlay. La verdad es que el neandertal está como para ponerle una mercería en plena Gran Vía. Y lo mejor de todo es que, sin que nosotros lo supiéramos en ese momento, esa misma noche íbamos a verle mucho más de cerca en una fiesta osuna. Pero no adelantemos acontecimientos...

Finalmente, tras el rastro de feromonas de Bruno & friends aparecieron los Osos Contra La Intolerancia:

II. TRAFALGAR

Tras la parade la fiesta se concentró, patrocinada por el ayuntamiento, en Trafalgar Square. Mira que es grande la jodida plaza, y allí no cabía ni un alma. La plaza estaba dividida en dos secciones: en la parte más cercana a la Galería Británica estaban los stands informativos de las ONGs y los grupos, mientras que en la parte de abajo había bares, un escenario con pantalla gigante y actuaciones de gente que no conozco de nada (atención a la pareja de presentadores) y mucha, mucha gente:

Llegado un momento nos cansamos de la marabunta y nos fuimos al Soho... que estaba aún más petado de gente. Allí la fiesta debió continuar hasta bastante tarde, pero nosotros nos retiramos a una hora prudente para ir a casa y ponernos guapos de cara a la Bear Necessity Party de la noche.

III. MENSAJES

Algunas frases motivadoras captadas a lo largo del día:




Para quien no sepa quién es Bradley Manning, clic aqui.

Es la primera vez que veo reflejada en un acto público la existencia de los poliamoristas, quienes aún tienen muchos armarios y mucha incomprensión que derribar.

En el siguiente cartel no solo están los polys, sino también muchos otros grupos que ni sé lo que son. ¡A la cama no te irás sin saber una cosa más!

IV. DISFRACES

Este es mi mensaje para la gente que siempre está criticando el aspecto carnavalero y outrageous del orgullo gay: ME ABURRIS.

V. GUAPOS

Para todos los gustos y colores:

Este rubiaken va especialmente dedicado al señor Hm. ¡Recuerdo con mucho cariño el Orgullo que vivimos juntos en Copenhague!

A continuación el muchacho que se llevó el premio a Empotrador de Oro, otorgado unánimemente por el tribunal formado por el osezno y un servidor:

Por algún motivo, este rubito buenorro y con cara de vicioso me recordó a mi amigo Shilvadin:

VI. CUERPOS

Sobran comentarios, ¿no?

VII. LA NOCHE

Para terminar, recuperamos fuerzas cenando en un restaurante pijo del Soho, fuimos a casa a cambiarnos y volvimos a salir. Londres funciona de la siguiente manera: si eres un gay interesado en lucir palmito y salir de compras o tomarte unos cócteles ideales de la muerte, vete a Soho. Si por el contrario tus intereses se centran más en que un empotrador directamente salido de Atapuerca te escupa en la boca mientras te viola en público en una mazmorra pegajosa, vete a Vauxhall. Así que, evidentemente, nos agarramos el primer bus que pudimos con dirección a Vauxhall.

La Bear Necessity se celebraba en un antro llamado Area Club, apropiadamente sito al lado de las vías del tren. Al principio parecía un local pequeño, pero a medida que iban llegando más y más plantígrados se iban abriendo más y más salas, cada una con un ambiente: estaba la pequeña zona al abierto para fumadores, el bar convencional con sus butaquitas para los osos polares más agotados, la sala de baile con música estruendosa, la sala de baile con música a un volumen capaz de hacer que se te salgan los pulmones por las orejas, los cuartos de baño de mear, los cuartos de baños de mear y endrogarse y el cuarto oscuro, que como ambiente (decorativo) deja bastante que desear pero como Ambiente (desflorativo) siempre tiene un éxito fenomenal.

Yo aproveché mis superpoderes de invisibilidad, que me permiten atravesar una sala llena de osos sin que ninguno perciba mi presencia, y me dediqué al estudiar al personal. Todo muy científico y muy zoológico. Pero de esto no hay fotos, se siente. El tal Bruno Knight apareció con su séquito, (des)vestidos todos ellos más o menos igual que en la mani, pero os aseguro que no era ni de lejos el tío más bueno de la fiesta. Ni siquiera el más perturbado mentalmente.

Y ya se sabe cómo son estas cosas. Uno se deja llevar por la masa, una cosa lleva a la otra, y al final acaba se bailando como un poseso, a pesar de que la música sea una mierda pinchada en un palo. Hay algo profundamente tribal en eso de pegar botes medio desnudo entre otros doscientos hombres también medio desnudos, una acumulación de testosterona como solamente se suele ver en ciertas saunas muy selectas y eso solo en los mejores momentos, y de cuando en cuando sienta divinamente dejarse llevar por la sensación. Aunque a la mañana siguiente el cuerpo te recuerde que tienes una edad...

Podría pensarse a raiz de todo esto que nos pasamos el domingo guardando cama y tomando bocadillos de aspirinas. Pues no: nos fuimos a pasar el día a Greenwich, que para una vez que hacía sol no lo íbamos a dejar pasar. Pero eso es otra historia, caballeretes.