Subasta

Por motivos que no vienen al caso, pero que tienen que ver con un disfraz de color negro y antifaz y unas ganzúas, ha llegado a mi posesión un lienzo del genial artista norteamericano Jackson Pollock. Es agradable poseer una obra original de uno de los pintores icónicos del siglo XX, pero dado que nuestra casa es más bien de estilo eduardiano temprano, el cuadro no termina de combinar bien con los tapetes de ganchillo que tenemos sobre la pianola. Es por eso que he pensado subastar el cuadro. Pero como esos soplones de Sotheby's están compinchados con Scotland Yard, he decidido prescindir de intermediarios cotillas y hacer la subasta directamente por aquí. Así que, sin más preámbulos, les presento:

"Sofrito de Ajos Tiernos" (acrílico sobre lienzo, Jackson Pollock, 1943)

Como ocurre en gran parte de las obras de Pollock, el "Sofrito" está lleno de movilidad y dinamismo, reflejando un caos no exento de una cierta estructura interna; en esta ocasión Pollock utiliza un lienzo de gran tamaño en el que previamente ha desteñido una serie de tinturas muy similares a las que usaban los nativos norteamericanos. Es este elemento el que aporta un original fondo tonal poco frecuente en el resto de obras de Pollock. Los trazos se arremolinan en la zona central del cuadro, rompiendo las reglas clásicas de composición en un desgarrador testimonio de la tumultuosa vida interior del artista. En efecto, esos años fueron de particular dureza para Pollock, estando marcados por grandes tensiones familiares como evidencia este fragmento de una carta dirigida al pintor por su madre, y que reproduzco aquí con permiso del biógrafo oficial de la familia:

Querido Polly¹,

Estoy muy decepcionada porque ya nunca te acuerdas de tu anciana madre. Han pasado meses desde la última vez que llamaste por teléfono para preguntar qué tal estoy o para interesarte por tu familia. Ya solamente vienes cuando se te acaban los calcetines limpios o cuando quieres llevarte un tupper lleno de mis famosas croquetas de bacalao² . Tu padre y yo estamos muy preocupados por ti. No nos gusta que hayas decidido convertirte en un artista maldito, alcohólico e incomprendido, en lugar de ser como tu padre un dentista maldito, alcohólico e incomprendido. Si no te gustaba la odontología, al menos podrías haber hecho como tu hermano que ahora tiene un trabajo estupendo como notario maldito, alcohólico e incomprendido³. Haz caso de la experiencia de tus mayores: déjate de pintar monas y ponte a sacar muelas, sólo así tu nombre pasará a la posteridad⁴. Y búscate una buena novia presbiteriana: esa judía⁵ con la que andas no me parece buena para tí.  Anda, sé bueno y escríbeme pronto, respondiéndome a estas preguntas: ¿comes bien? ¿duermes lo suficiente? ¿te tapas la tripita por las noches para no coger frío? Ya sabes que si no te abrigas agarras unas diarreas de órdago, como aquella vez que [...]⁶

Temáticamente hablando, en este cuadro se reflejan elementos de la psicología jungiana, muy propios de esta etapa de la producción de Pollock. La Sombra central es afrontada por el hombre mediante uno o varios de estos mecanismos: negación, proyección, integración, transmutación o echarse mechas rubias, siendo esta última la que predomina simbólicamente en este cuadro a través de ideogramas sin sentido aparente. Anima y animus se manifiestan también como trasfondo en aparente tensión. Finalmente, la estilizada L mayúscula en la parte superior izquierda parece denotar un lagrangiano. "Sofrito", aun siendo una obra temprana y por tanto carente de la sofisticación expresionista de periodos posteriores, es un cuadro complejo y apasionante, y por lo tanto de gran valor de tasación. Se aceptarán pues pujas a partir de los doscientos mil euros. ¡Se abre la subasta!⁷

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1. Stella Pollock (de soltera, Gallinack) tenía por costumbre llamar a todo el mundo por algún diminutivo de su apellido. Esto causaba cierta irritación entre algunos de sus conocidos, como por ejemplo a la prima Ethel "Pussy" Pushnick y al sherrif del condado, Patrick "Silly" Szyslack. En cuanto a Pollock, el número de collejas que recibió en el colegio a causa de la costumbre de su madre es incalculable. Eso explica bastantes cosas. _(volver)

2. Pollock nunca supo que su madre compraba las croquetas en la tienda de ultracongelados que había a tres calles de su casa. _(volver)

3. Pollock fue considerado siempre la Oveja Negra de la familia, mientras que su hermana Sophie se ganó el puesto de Gorila Verde de la familia con su polémica decisión de hacerse esteticién maldita, alcohólica e incomprendida. _(volver)

4. Concretamente, en una plaquita de plástico para poner junto a la puerta de la consulta. _(volver)

5. No se sabe si se refería a Lee Krasner o a un ejemplar de phaseolus vulgaris, puesto que como es bien conocido Pollock le tenía gran apego a toda la familia de las fabáceas. _(volver)

6. A nadie sorprenderá saber que el momento en el que Pollock consiguió que un juez de Indianápolis emitiera una orden de alejamiento entre su madre y él marcó un antes y un después en su carrera. _(volver)

7. Un chupa-chups para quien adivine de dónde ha salido la foto... _(volver)