noviembre 13, 2012

La argucia

Durante estos días, varios de mis esforzados compañeros y muchos otros jóvenes investigadores de todo el Estado se están volviendo locos para completar sus solicitudes para los programas Juan de la Cierva (JdlC) y Ramón y Cajal (RyC). Ambos programas ofrecen contratos de tres y cinco años, respectivamente, a investigadores doctores de excelencia para que puedan consolidar sus carreras científicas en centros (Universidades y OPIs) españoles.

Estamos hablando de personas con una media de edad entre treinta y cuarenta años, con las máximas cualificaciones académicas posibles (una o varias licenciaturas, máster y título de doctor),  que tras terminar su tesis han pasado años trabajando en algunos de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, que hablan varios idiomas, que llevan décadas innovando, que lideran proyectos de investigación internacionales, que han publicado docenas de artículos en journals con proceso de revisión por pares, que han contribuido a la enseñanza y formación de profesionales más jóvenes, que han generado patentes, software, diseños o instrumentación punteros y que hoy se encuentran al borde de quedarse en la calle, a una edad en la que la mayoría tienen familia e hijos pequeños, porque hay quien considera que estas cosas son lujos que no nos podemos permitir.


A lo largo de los últimos años el número de contratos ofertados por ambos programas se ha ido reduciendo drásticamente, hasta llegar a este año en el que no solamente se ha alcanzado el mínimo histórico de puestos ofertados, sino que además la convocatoria se ha retrasado más de medio año, descalabrando las carreras profesionales de muchos. Al mismo tiempo, los méritos científicos exigidos para pasar el corte se han ido disparando hasta el punto de que hoy en día uno necesita mucho mejor currículum para sacarse una RyC que para acreditarse como profesor titular de Universidad. Y además, este año las convocatorias de la RyC y la JdlC aparecen cuajadas de trabas burocráticas inauditas.

Respecto al segundo punto, no tengo nada que objetar. El mérito, la excelencia, el esfuerzo y la valía deben ser criterios que se apliquen rigurosamente a la hora de promocionar, no solamente en el ámbito científico sino en todos los demás aspectos de la vida.  Si para desempeñar un puesto político fuera necesario demostrar un nivel equivalente de cualificación, otro gallo nos cantaría.

Sobre el primer punto, la caída dramática del número de puestos que se ofrecen, no puedo decir nada que no haya sido dicho mucho mas elocuentemente en otros sitios, incluyendo los editoriales de las revistas Science y Nature que avisan al Gobierno Español del grave error estratégico que supone reducir las partidas destinadas a I+D en estos momentos.

De lo que quiero hablar hoy es de la argucia que constituye el tercer punto, el de las trabas burocráticas.

Nunca ha sido fácil lidiar con una Administración en la que no solamente la mano derecha no sabe lo que hace la mano izquierda, sino que en muchos casos una misma mano ni sabe lo que ha hecho. A mi me ha ocurrido en un par de ocasiones tener que presentar ante algún organismo un justificante de que ellos mismos me han hecho un trámite en el pasado. Pero lo de este año es rizar el rizo. Algunas de las cosas que se piden son tan desesperantes como tener que presentar justificantes detallados de todos y cada uno de los seminarios que se han impartido a lo largo de los últimos cinco años, o tener que aportar el CV mediante un formato muy concreto que sólo se puede generar a través de una aplicación telemática lentísima de rellenar y que aún no funciona correctamente.
- Hola, he estado cuatro años trabajando en Harvard y vengo a ver si puedo volver a casa y traer mis conocimientos sobre el tratamiento del cáncer de próstata a la Universidad de Albacete.

- Magnífico, señorita. Por favor aporte la siguiente documentación: fotocopia del DNI, certificado de nacimiento, certificado de defunción, fotocopia compulsada de su genoma completo, su árbol generalógico hasta la vigesimocuarta generación, ciento cincuenta Corticoles, tarjeta de socio del Mercadona, una foto de usted vestida de Maria Antonieta, una muestra de médula osea, una bendición papal, media docena de ocas mansas, una declaración jurada de que no pretende usted aniquilar a todas las naciones de la Tierra y por supuesto su curriculum vitae, escrito en finlandés y grabado sobre losas de mármol de Carrara de 25 mm de grosor. Además debe rezar ante notario siete Avemarías y dos Padrenuestros. Y traerlo todo anteayer.

- Oiga, con todo el respeto, no sé qué tiene que ver la foto vestida de Maria Antonieta con mis méritos como investigadora...

- Eso es porque usted vive en Los Mundos de Yupi y es una ignorante que desconoce los protocolos de la nueva Administración, según los tratados de convergencia europea y estipulados por Real Decretom tal y como refleja el nuevo reglamento del Ministerio de Economía, Competitividad y Cejacas Amenazadoras. Todo esto se hace por un buen motivo.
Y el motivo, efectivamente, existe. No solo eso, sino que encima son dos: a corto plazo, cargarse por defectos de forma tres cuartas partes de las solicitudes que logren enviarse a tiempo. Y a medio plazo, cuando se presenten nuevos recortes en los siguientes presupuestos, poder decir "por favor, no hagan demagogia con los supuestos recortes en investigación. Total, si el año pasado se ofertaron ciento cincuenta plazas y solo hubo treinta candidatos... ¡Sobró financiación! ¡España va bien!"


Zapatero no se libra de mi reprimenda: con él también bajó la inversión en I+D. Aunque la palma se la llevan siempre los gobiernos del PP

Porque, como todo el mundo sabe, si algo sobra en España, son cabezas pensantes en general e investigadores en particular. Lo dijo la propia secretaria de estado, y las secretarias de estado nunca se equivocan.

Y esa es la argucia del Gobierno, también conocida como el Timo del Que Inventen Ellos, o como diría mi abuela: Nos Toman Por Tontos (y no podemos hacer nada por evitarlo).

Así que también por esto, mañana huelga.




2 comentarios:

MM de planetamurciano dijo...


Está muy extendida la idea de que Alemania y la Merkel son malísimas que nos quieren hundir a los españoles en la miseria, pero cuando leo estas cosas y me entero de lo que puede llegar un investigador doctor en la universidad ( ¡¡Doscientos euros!!) caigo en la cuenta de que la miseria ya estaba aquí, desde hace mucho tiempo, además.

Eleuterio dijo...

Me parece muy bien que hagas huelga. Es vergonzoso.

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