Pues, por lo visto, en Suecia no.
Qué decepción. Llegué a Estocolmo esperando churruscar mis retinas a golpe de avistar dioses rubios de dos metros de altura, y me encontré con una ciudad poblada por hombres más o menos iguales que los que hay en todas partes, al menos a este lado del Volga.
Hombre, más rubios que en Albacete hay. De cuando en cuando te encuentras con vikingos de esos que te hacen lamentar que hayan dejado atrás las buenas costumbres de sus antepasados de ir por ahí saqueando y violando. Sobre todo, violando.
También hay rubios merendables en versión apenas sin barba:
Pero vamos, como podéis ver, si después de una semana fotografiando intensamente la ciudad lo mejor que he podido sacar de Estocolmo son las seis fotos anteriores, es que nos encontramos ante un caso de libro de Caída De Mito Erótico.
Si es que, si lo analizamos friamente, ni siquiera el tan follable Alexander Skarsgård es para tanto.
Lo bueno es que, a diferencia de pueblecitos como Oslo o Helsinki, Estocolmo es una ciudad como es debido, y acoge mucha inmigración. Y el mestizaje, como es bien sabido, produce belleza:
Moraleja: no hay ninguna moraleja.
Lo bueno es que, a diferencia de pueblecitos como Oslo o Helsinki, Estocolmo es una ciudad como es debido, y acoge mucha inmigración. Y el mestizaje, como es bien sabido, produce belleza:
En efecto, este pelirrojo NO es escandinavo, sino polaco |
Moraleja: no hay ninguna moraleja.
3 comentarios:
Por Dios, ese pelirrojo hizo que me diera un calor insoportable!
Me vale cualquiera.Literalmente.
Paja!!!!!!!!
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