agosto 28, 2008

Nada nuevo bajo el sol

Por escandaloso que resulte, debo hacer un dramático anuncio: Sufur y Rufferto son en realidad la misma persona.

Más exactamente, el mismo chucho.

Soy un lector muy esporádico de Groo The Wanderer, la divertida serie gráfica de Sergio Aragonés que parodia el género de "aventuras bárbaras" -estilo Conan- presentando las desastrosas andanzas de un guerrero torpe, violento y bobalicón que causa el caos allá por donde pasa. En un clásico episodio, Groo llega -naufragio mediante- a un continente perdido, en compañía de su fiel amigo Rufferto. Los nativos del continente perdido, no habiendo visto nunca antes a un perro, toman a Rufferto por un ser divino, llamándole en su lengua "Sufur" y empezando una nueva religión en torno a su figura. Naturalmente, ni Groo ni Rufferto encuentran ánimos para deshacer el equívoco, sobre todo teniendo en cuenta las generosas ofrendas en forma de comida (incluyendo fondues de queso) que los nativos empiezan a ofrecer a la pareja.


Durante los siguientes meses, Groo y Rufferto recorren el continente, buscando la forma de volver a su patria (poniéndose morados a fondues en el proceso) y diseminando la nueva religión a su paso. Hasta que rodean por completo el continente, y al volver al punto de partida descubren que la religión ha evolucionado, las imágenes de Sufur han dejado de parecerse a un perro, convertiéndose en elaborados ídolos de aspecto vagamente precolombino con muchas plumas y colmillos, y han surgido diversos cismas en la religión. Ahora Rufferto es un perro totalmente vulgar, nadie le hace caso, nadie le ofrece fondues de queso, y estallan una serie de guerras de religión:

- ¡Sufur es la Paz! -gritan unos, degollando a sus rivales con espadas afiladas.

- ¡No! ¡Sufur es Amor! -gritan otros, aplastando a sus enemigos con garrotes tamaño XXL.

Al final Groo y Rufferto consiguen abandonar el continente, dejando a sus espaldas un país sumido en el genocidio y dominado por varias teocracias rivales en perpetuo estado de guerra. Todo por culpa de un perro pulgoso y unas cuantas ollas de queso fundido.

Todo lo anterior me parece tremendamente divertido, y a la vez tremendamente triste, y resume a la perfección mi opinión acerca de esa enfermedad social que todos padecemos y venimos denominando comúnmente "religión".

El episodio permanece en mi memoria y de ahí que haya elegido Sufur como "nom de guerre" blogger. Porque alguno había que elegir, porras.

Explicada la elección del nick, ahora sólo me queda contar por qué he elegido el nombre Here Be Dragons para mi blog, y de qué narices va a ir éste. La respuesta es muy sencilla: carezco de originalidad.

Hasta donde yo sé, existen blogs y páginas web tituladas Here Be Dragons a puñados. Como título desgastado por el uso, sospecho que sólo se ve superado por las mil variantes de "Diario De..." y "El Mundo De...". Tan bajo no he caído... aún. Here be dragons era la típica inscripción que los antiguos cartógrafos ponían, supongo que en plan más bien irónico, en los bordes de sus mapas, donde se extendían los territorios incógnitos. Empezar un nuevo blog es iniciar un camino hacia tierras desconocidas. Por lo tanto, a partir de este momento cabe esperar la aparición de dragones. Avisado queda.


En cuanto al tema, mi amigo I., que de cosas de internet sabe un montón, me dijo una vez: "si alguna vez abres un blog, procura tener un tema bien definido. Al final, son los únicos que la gente lee. Los blogs genéricos aburren hasta a las ovejas". Lo siento, amigo I: no te voy a hacer ni puto caso. Difícilmente puedo entretener a alguien si yo mismo me aburro, y creo que me aburriría mortalmente si siempre me pusiera a escribir sobre los mismos temas.

Así que este será el típico blog cajón de sastre. Habrá bastante humor absurdo -parece ser la única cosa que se me da medianamente bien escribir-, unas cuantas batallitas, algo de ciencia, reseñas de libros que me gusten, tíos en bolas, una pizca de música, muchas fotos de las que voy haciendo, reflexiones acerca de mis neurosis y mis muchos vicios: vamos, lo típico en estos casos. Y para empezar iré dedicando unos cuantos posts a mi reciente viaje por la India.

Pasen y vean. Que sea leve...


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bien eliges las fotos de los maromos, pedazo de cabrón!

Y deberías aficionarte más a Groo, porque enseña grandes cosas sobre la vida, todo lo que un buen guerrero bárbaro debería saber y experimentar. Y tú de barbaridades sabes un "puñao", que haces cada viaje BARBARO!

Nos vemos en la red de redes!
Robin.

Nils dijo...

Hola! Yo soy uno de los que cayó muy bajo y le puso a su blog 'el mundo de', pero como lo escribí en sueco, nadie se dio cuenta...

No conocía este cómic, ando más desfasado en estas cosas...

BIRA dijo...

A las buenas! Lo de elegir un nombre para el blog es casi más difícil que escribir luego los post. Yo el que quería me lo habían quitado (era mío, mi tesoro!!), que era nada más y nada menos" "Que me quiten lo bailao!!", así que, haciendo honor a lo cazurra que soy y como una vez que me emperro en algo no me apeo de la burra, me quedé con Nadie me quita lo bailao que más o menos guarda la misma "filosofía".

Me encantan los viajes y he visto en tu fotolog que haces fotos preciosas, así que me pasaré por aquí a marujear por dónde has estado.

Un saludo!

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