Una gran oleada de alegría y euforia se extiende entre los asistentes a la reunión del Consorcio. El motivo: parece que por fin funciona medianamente bien la red WiFi del área de investigación.
Durante los pasados días las quejas eran amargas y continuas: todos nos hemos acostumbrado (mal) a trabajar en cualquier sitio conectándonos a nuestros respectivos centros y cuando nos quitan ésto, nos sentimos perdidos. Por no hablar de lo útil que resulta poder leer el periódico de tapadillo durante las charlas coñazo. Dos días sin poder conectarse o cayéndose uno de la red cada cinco minutos acaban con los nervios del científico más equilibrado.
Ah, se me olvidaba: no hay científicos equilibrados.
Es triste ver a qué nos hemos visto reducidos. En los buenos tiempos, todo científico que se preciara necesitaba ya fuera un laboratorio lleno de probetas, tubos en serpentín y electrodos relampagueantes donde realizar sus Espeluznantes Experimentos Contra Natura, ya fuera una Base Secreta en alguna isla volcánica apartada (a ser posible, vigilada por gorilas híbridos mutantes radioactivos) desde donde poder apuntar a las naciones del mundo con un buen misil de antimateria o el clásico Rayo De La Muerte. Preferiblemente, ambas cosas a la vez. En la vieja época dorada, ansiábamos Dominar El Mundo o, en su defecto, Sojuzgarlo Sólo Ligeramente. Ahora nos damos por satisfechos con unas migajas de ancho de banda. Qué pena de vida, y hay que ver cómo se pierden las buenas y sanas costumbres de antaño... adónde vamos a parar.
Durante los pasados días las quejas eran amargas y continuas: todos nos hemos acostumbrado (mal) a trabajar en cualquier sitio conectándonos a nuestros respectivos centros y cuando nos quitan ésto, nos sentimos perdidos. Por no hablar de lo útil que resulta poder leer el periódico de tapadillo durante las charlas coñazo. Dos días sin poder conectarse o cayéndose uno de la red cada cinco minutos acaban con los nervios del científico más equilibrado.
Ah, se me olvidaba: no hay científicos equilibrados.
Es triste ver a qué nos hemos visto reducidos. En los buenos tiempos, todo científico que se preciara necesitaba ya fuera un laboratorio lleno de probetas, tubos en serpentín y electrodos relampagueantes donde realizar sus Espeluznantes Experimentos Contra Natura, ya fuera una Base Secreta en alguna isla volcánica apartada (a ser posible, vigilada por gorilas híbridos mutantes radioactivos) desde donde poder apuntar a las naciones del mundo con un buen misil de antimateria o el clásico Rayo De La Muerte. Preferiblemente, ambas cosas a la vez. En la vieja época dorada, ansiábamos Dominar El Mundo o, en su defecto, Sojuzgarlo Sólo Ligeramente. Ahora nos damos por satisfechos con unas migajas de ancho de banda. Qué pena de vida, y hay que ver cómo se pierden las buenas y sanas costumbres de antaño... adónde vamos a parar.
7 comentarios:
Por lo que estoy viendo, cari... y alcanza mi corto entendimiento, un científico es algo muy parecido a un intelectual, solo que aquel mas letrado, ¡qué peligro! Ahora tengo otra categoría de la que escapar, no vaya a ser que aprenda algo, aunque sea sin querer, jajaja.
Bezos.
Peligro tenemos, sí. Y gafas. Cuidado, mucho cuidado...
Siempre me imagino a los científicos con gafas, mirada de locos y perdiendo cosas. Afortunadamente, supongo, no todos serán así, como no todos (y aquí los afortunados somos el resto) pretenderéis ir dominando el mundo, que para eso ya están los políticos.
Al final lo que pasa es que son personas (aunque en algunos casos sea duro y chocante hacer esta afirmación) y se terminan conformando con las comodidades de las que disfrutamos el resto de los mortales. O no? Pues eso!
biquiños
Es q ahora sin ancho de banda no podemos hackear las cuentas de los ricos para quitarles el dinero de la comida de los gorilas radiactivos...
Pero yo sigo intentando sacar financiación para mi ejército conquistador q está a punto de salir. Lo mismo si no me llega el dinero dejo q alguien los apdrine y luego los nombro ministros de mi gobiernos.
Muajajajaja
La que está liando Zapatero!!!
Y espero que no sólo se conformen con un poco de ancho de banda, también con un buen café...
El café, Nils, es totalmente im-pres-cin-di-ble.
Quijote: qué bien me entiendes. Te paso unos lanzarrayos de protones para tus ejércitos si tú me pasas algunos de tus impíos clones Esclavos De Placer.
Bira: si es que al final los científicos somos como el resto de la gente, solo que más feos. Salvo Quijote y un servidor, of course...
Publicar un comentario