junio 14, 2009

Fundamental

Soy un chucho ocupado. O muy vago.

En esta santa casa sólo se hace el mantenimiento durante los fines de semana. Ya puede estar cayéndosenos el techo encima, que siempre encontraremos una excusa para dejar el apaño para el sábado. Menos mal que las semanas sólo duran siete días, porque si no a estas alturas tendríamos complejo de Shelley Long, esa grandísima petarda.

En este caso, el problema ha sido la cerradura. Llevaba varios días atascándose y no había quien metiera la llave. Entrar en casa era una tortura chirriante.




La solución, más fácil imposible. Pero fieles a la tradición hemos tenido que esperar al sábado para poder dedicarle a la cerradura los tres segundos necesarios para enchufarle un poco de "tres en uno".

Mano de santo, oiga. Ahora sí que da gusto meterla.

La moraleja del asunto es algo que todo gay que se precie aprende desde muy jovencito: un buen lubricante es algo fundamental.




2 comentarios:

starfighter dijo...

¿Y quien tiene tiempo para ponerse a limpiar entre semana? Por más que lo intento, tampoco lo consigo y acabo recurriendo al sábado. Qué dejadez más absoluta...

gaysinley dijo...

Jajaja... no me extraña y con este bochornazo menos ganas!

Besos

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