noviembre 21, 2009

The alumna day

Menos mal que paso el fin de semana en Segovia, lejos del mundanal ruido. Esta ciudad tiene la virtud de interponer una barrera electrificada entre mí y el trabajo. Creo que dicha barrera está constituida a partes iguales por sano provincialismo y por grasa pura (el menú que ha preparado mi madre para hoy contiene cochinillo asado y bizcocho con crema de postre, cosas ideales para mi tensión arterial, pero a una madre estas cosas no se le discuten nunca). La prueba irrefutable de que "Segovia" y "trabajo" no se mezclan es el ritual que vengo realizando en todas mis visitas desde hace diez años: siempre, siempre me traigo algún libraco para estudiar y nunca, nunca lo llego a sacar de la maleta.

Espero que esta visita no sea una excepción. Falta me hace desconectar, sobre todo después de la mañana de ayer: media jornada perdida para la ciencia por tener que atender a dos alumnas en pleno furor académico.




Que no se me interprete mal: estoy encantado de tener alumnas preguntonas, curiosas, trabajadoras, con mentes inquisitivas y con ganas de aprender. Pero no veáis cómo cansa, sobre todo cuando cada una de ellas se pasa hora y media en tu despacho pidiéndote atención personalizada. Y yo que me metí en este negocio para no tener que hablar con nadie...

Esto me pasa por ir de Profe Enrollado. El año que viene me comprometo a ser borde desde el principio. Salvo que me venga un alumno como este, claro...



9 comentarios:

Bruto dijo...

¡No, no seas malo con tus alumnos! siqno que sigue como hasta ahora: se correrá la voz de que eres un buenazo y entre las hordas de alumnos que se te matricularán confiados en el bien fundado rumor, pues seguro que alguno parecido al de la foto hay, ya verás.

Nils dijo...

no me creo que no tengas ya alumnos como ése, cuando todo el mundo sabe que los tíos buenos se pirran por la carrera que tú profesas...

Nyc dijo...

Un alumno como ese le gusta a cualquiera, aunque no des clases ;)

MM de planetamurciano.com dijo...

Desengáñese: un alumno como ese no lo va a tener JAMÁS.
¿ El furor académico es ekiparable al furor uterino?

Sufur dijo...

Soñar cuesta tan poco... En cuanto a lo del furor uterino, no sabría decirlo: creo que nunca lo he tenido. He tenido furor polluno, ¿eso vale?

Casanova dijo...

Creo que en mi profesiòn los familiares de los pacientes serìan como los alumnos,porque también ellos son preguntonces,curiosos y con mentes inquisitivas,por ello,en la ùnica hora,larguìsima,por otra parte,que tienen para ver a sus familiares en la UCI,entro en contacto con ellos,lo justo y necesario.
Pero si debo decir que cuando el familiar es jovenzuelo y bonazzo (y tù ya me entiendes) entonces descaradamente hago partidisimo,cuan garrulo heterìsimo que babea delante de la primera tetona que se le ponga delante.Y no me avuerguenzo admitirlo,soy ya algo viejo para empezar a ser objetivo,jejeje

rickisimus2 dijo...

Es una pregunta que siempre me hice: ¿si yo fuera profey se me presentara un alumno como tu alumno soñado haría el mismo ridículo que mis profes que babeaban ante una falda (y en mi carrera no es que fueran espectaculares, la verdad) hasta extremos irrepetibles?

hm dijo...

Eso quiere usted un alumno come ese que se enrolle... durante horas y horas, jajajaja

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Bueno, si tienes algún alumno/o que vaya vestido (ó desvestido) como el de la foto, sobran las explicaciones en la materia, y debes cerciorarte si el pestillo del despacho funciona bien, y que no haya "reflejos".
En cuanto a las alumnas, debes intentar fingir un dolor de cabeza lo antes posible, o fingir una re-llamada del móvil que te saca urgentemente del despacho así, para un congreso de nanotecnología.
También puedes poner un cartel en la puerta, en el que ponga: "Sólo alumnos", con la o subrayada:-) jejeje.
Besotes.

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