Vidas Ejemplares de Políticos (IV)

Hoy: Don Exabrupto Filípides de Pilates y Cossío

Continuamos nuestra serie dedicada a las Vidas Ejemplares de Políticos con la biografía no autorizada de don Exabrupto Filípides de Pilates y Cossío, quien llegó a lo más alto de la vida pública armado únicamente de su espíritu de trabajo, de su tesón y de un buen Colt del 45 perfectamente engrasado.

Don Exabrupto Filípides de Pilates y Cossío, también conocido como Diógenes Caracantosa Pemán de la Sinagoga, aunque sus amigos le llamaban para abreviar Porfiriómanes Xirbiloca Cucufán, nació rodeado de todas las comodidades: su madre se puso de parto mientras visitaba una tienda de sofás. Como hijo único de familia pequeñoburguesa, tuvo una infancia feliz aunque breve, viéndose obligado a dejar de mamar del pecho materno a la tierna edad de cuarenta y siete años. Su educación fue esmerada: estudió primaria en la Escuela Católica de la Parroquia de Nuestra Señora del Señor, luego hizo el bachillerato en un internado suizo para niñas bien, y posteriormente se graduó cum laude en Papiroflexia y Arreglos Florales por la Academia Canina de Minnesota. Con esta cuidada formación no le fue difícil encontrar trabajo como limpiador de piscinas en una urbanización privada de la Moraleja.

Casualmente, una de las piscinas que debía limpiar dos veces por semana el joven Exabrupto era la de doña Genoveva de la Fuente, a la sazón concejala de Asuntos Sociales del consistorio local y esposa de uno de los grandes líderes del partido conservador. Doña Genoveva se fijó en el joven limpiador de piscinas mientras éste trabajaba, en bañador, un caluroso día de verano y, entreviendo su abultado potencial político, decidió tener una conversación en privado con él. Fruto de dicha conversación, don Exabrupto pasó a formar parte de las Juventudes del partido, ascendiendo tan rápidamente que en tan sólo nueve meses era ya Secretario General Júnior y padrino del recién nacido hijo de doña Genoveva y su honorable esposo.

A diferencia de otros políticos de su generación, que públicamente pregonaban elevados principios de rectitud y virtudes cristianas mientras que en secreto se entregaban a actividades delictivas y frecuentaban a mujeres de dudosa reputación, don Exabrupto jamás intentó parecer honrado. Desde el principio de su carrera se dejó ver en compañía de empresarios del ladrillo, vendedores de armas, portavoces de la Conferencia Episcopal y otros personajes de mala catadura. Al mismo tiempo, protagonizó una serie de sonados romances con conocidas starlets del mundo de la farándula y la moda, como la cantante y actriz porno Gayola Berracol y la top model italofrancesa Marla Trugni. Esto hizo que su popularidad entre el pueblo llano subiera como la espuma, hecho que el Partido no tardó en aprovechar colocándole en posiciones bien visibles dentro de las listas electorales.

Fue de este modo como don Exabrupto acabó ocupando la codiciada cartera de Ministro Economía y Pitanzas, entre cuyas competencias figuraba la responsabilidad de confeccionar el menú del día para los almuerzos oficiales del Consejo de Ministros. Durante su mandato se realizaron arriesgadas e innovadoras reformas, como por ejemplo la supresión de los clásicos Consomés de la Moncloa y su sustitución por Ensaladas Tibias de Queso de Cabra y Cebolla Caramelizada, más acordes a los tiempos y a la situación económica del país. Fueron muy controvertidos sus decretos-ley para proscribir el arroz con leche, que él detestaba (siempre se declaró acérrimo defensor de las natillas), y que a la postre (y nunca mejor dicho) motivaron que la oposición presentara una Moción de Censura que desestabilizó el Gobierno y obligó a convocar elecciones anticipadas.

Tras la derrota de su partido en dichas elecciones, don Exabrupto continuó su labor pública desde las filas de la oposición. Tras el inesperado óbito del Secretario General de su partido, don Plutarquete Boscajosa, fallecido tras recibir un balazo de una Colt del 45 en circunstancias que aún hoy no se han esclarecido, don Exabrupto fue elegido de forma unánime nuevo líder de la formación política. Empezó una agresiva labor opositora consistente, fundamentalmente, en descalificar al Presidente del Gobierno mediante los apelativos "mindundi" y "pichafloja" y en echar las culpas del asunto del Arroz con Leche a una conspiración carlista.

Durante la siguiente Campaña Electoral, don Exabrupto intentó ganarse el voto de las minorías mediante osadas promesas: prometió peluquerías caninas gratis para los dueños de mascotas, prometió bajadas de azúcar para los diabéticos, prometió doscientas fanegas de heno fresco y matriculación gratuita de hasta el segundo caballo a todos los cosacos, prometió bajadas de impuestos a los unos, prometió subidas de impuestos a los otros, prometió becas y ayudas para la investigación de una cura para los golondrinos, prometió encontrar el Santo Grial, prometió ganar la Eurocopa, Eurovisión y el concurso de Miss Mundo, y finalmente se prometió en matrimonio con todas y cada una de las tres millones y medio de mujeres solteras del país.

El éxito fue arrollador: con un 112% de los votos a su favor y solo un 32% en contra, don Exabrupto se convirtió en el septuangésimo cuadragésimo cuarto Presidente del Gobierno. Su primera medida fue prohibir de una vez por todas y bajo pena de muerte el arroz con leche, y su segunda medida fue nombrar Vicepresidente a su primo Aniceto de Cossío, quien hasta el momento había ocupado el puesto de director de la Junta Electoral Central.

Don Exabrupto, cuya memoria honramos hoy, no tuvo tiempo de ver culminar sus planes para nuestra patria, que tanto amó: la Parca le sorprendió de modo totalmente inesperado en la forma de un accidente aéreo, mientras realizaba una visita oficial a las Islas Caimán. Al parecer, el avión en que viajaba tenía sobrepeso. Y es que el oro, ya se sabe, tiene una densidad fuera de lo común. Descanse en paz don Exabrupto Filípides de Pilates y Cossío, amén.