julio 31, 2011

Ecos de Sociedad

Estamos en Edimburgo y el motivo no es otro que acompañar a Zara Tindall née Phillips en su boda con el horrendo empotrador Mike Tindall. Hace ya algún tiempo que la nieta más talludita de la Reina de Inglaterra me dijo, con los ojos anegados en lágrimas de alegría, que se casaba con un neandertal y que quería que yo, su mejor amigo imaginario, iluminara con mi presencia el día de su boda. Y yo, incapaz de fallarle a una amiga (especialmente si la amiga en cuestión es la decimotercera en la línea de sucesión), me he pasado todo el fin de semana en la capital escocesa luciendo tipazo y pamela junto al resto de la jet set europea. La boda ha estado sensacional, las croquetas Findus estaban riquísimas y los intérpretes de la Gran Orquesta Pelícano han interpretado los principales pasodobles y Paquito el Chocolatero con auténtico virtuosismo. Absolutely lovely, my dear.



Pero como la boda ya ha salido en la prensa seria y todos conocéis los detalles de la ceremonia, dejadme que os cuente cómo fue la despedida de soltera de Zara, a la que por supuesto acudí en calidad de amigo marica de la novia. La cosa fue algo así:

16:00 - Una llamada de teléfono de Zara me saca de mi siesta. Emocionada, la muchacha me informa de que al final Isabel II ha confirmado su asistencia a la despedida. Cuando le expreso mis dudas acerca de si invitar a la Reina por la Gracia de Dios del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte y de sus otros Reinos y Territorios, Jefa de la Commonwealth y Defensora de la Fe al sarao sea una buena idea, Zara me responde: "que sepas, ricura, que mi abuela y yo somos uña y carne: inseparables, lo mismito que el caldo de cocido y los fideos, o que Esperanza Aguirre y el bote de laca. Lo hacemos todo juntas. Así que se viene a la despedida, y no se hable más". Tal y como se las gastan los Windsor, decido que es mejor no discutir.

19:20 - Termino de arreglarme y pillo un taxi para ir a Piccadilly, donde he quedado con las chicas.

20:00 - Con puntualidad británica van llegando las chicas de la pandi: Zara, muy nerviosa, junto a un par de marquesas muy amigas suyas, la Condesa de Wolverton, Chelsea Clinton, Helena Bonham-Carter y otras amigas plebeyas de la novia a las que no conozco. Todas muy contentas y ya apestando a alcohol, también muy británicamente. "Cómo es esta Zara", pienso al ver que se ha traído consigo la yegua con la que ganó el campeonato de equitación de Aquisgrán, hasta que mirando con más detenimiento descubro que se trata de Sarah Jessica Parker vestida de color marrón.

20:23 - Aparece Isabel II, vestida informalmente, con una corona de sport.

20:30 - Una de las amigas de la novia saca de una bolsa un velo del Todo a 100 para la afortunada casadera y, para todas, un surtido de pollas de trapo. Nos las ponemos en la cabeza entre risas y chanzas varias. Su Tronchante Majestad se pide para sí misma la más grande, aduciendo cuestiones de edad y rango.

21:00 - Nos dirigimos al restaurante donde vamos a cenar, no sin antes pasar por el Tesco a comprar unas cuantas latas de cerveza.

21:30 - Cena en el Restaurante Erótico "The Manubrio". Las chicas están escandalizadas y se ríen con vocecitas agudas y nerviosas mientras unos camareros con forma de solomillos sirven solomillos con forma de camareros. Bebemos abundantes jarras de Pimm's con limonada.

22:40 - Sospecho que al menos algunas de las chicas están perdiendo la timidez cuando sorprendo a una Par del Reino equivocándose de salchicha en el váter del local, con la ayuda de uno de los camareros.

23:00 - Nos echan del local. La noche, sin embargo, es joven, como no deja de recordarnos la abuela de la homenajeada. Hablando de su Alteza, nadie sabe cómo se ha hecho con un matasuegras, pero todas estamos de acuerdo en que es una pesada con él y en que ojalá se lo metiera por el ****.

00:40 - Después de dar vueltas como tontas por medio Londres encontramos un local que por fin nos gusta a todas: la tienda de Bea's of Bloomsbury de St. Paul. Es una pena que la pastelería haya cerrado hace ocho horas, pero afortunadamente la Reina Isabel hace una llamada con el móvil y en un periquete se persona un batallón del Ejército del Aire, echan la puerta abajo y podemos pasar a tomarnos unas cupcakes ideales de la muerte. Bien rociadas con ginebra.

02:23 - Algo le ha sentado mal a la condesa de Wolverton, que acaba vomitando en un callejón.

03:00 - Volvemos tambaléandonos y cantando canciones de marineros al centro, para darnos cuenta de que han cerrado casi todos los bares. Al final, como siempre ocurre con las despedidas de soltera, acabamos patéticamente en un bar gay con actuación de drag queens.

03:23 - Confunden a la Reina de Inglaterra con una drag queen de la tercera edad y la obligan a salir al escenario. Hace una imitación en playback de Rocío Jurado bastante pasable, la verdad.

04:00 - Una de las amigas plebeyas de Zara, después de haberse bebido ella sola medio bidón de caipirinhas, empieza a atacar a todo bicho viviente. Lógicamente, los gays la ignoran por completo y ella se echa a llorar diciendo que todos los hombres son unos cerdos, y que qué narices tiene Damien Crosse que no tenga ella. Estoy a punto de hacer un comentario mordaz pero llega antes Su Majestad y se lleva a la muchacha fuera a que le de el aire.

04:17 - Me asomo al callejón de atrás y me encuentro a la cabeza de la Iglesia Anglicana consolando a la amiga de Zara, dándole palmaditas en la espalda y diciendo "qué fuerte, tía, qué fuerte".

05:00 - Nos echan del local. Todas estamos fatal. Le ofrezco un terrón de azúcar a Sarah Jessica para que se anime un poco, la pobre.

06:32 - Llegamos a Buckinham Palace y dejamos a la Reina, semiinconsciente y con un hilillo de saliva colgándole de los labios, en manos del Cuerpo Diplomático. Zara también se despide de mi, confundiéndome en un principio con Angela Merkel y agradeciéndome profusamente mi presencia en este día tan señalado. Acto seguido, se cae redonda al suelo.

07:00 - Recuerdo de repente que la Tarta Sorpresa con stripper negro dentro que le habíamos preparado a la novia se ha quedado olvidada en el restaurante. Culpa del jodido Pimm's. Calculo que a estas horas el stripper debe estar inconsciente por asfixia, y por tanto indefenso: echo a andar en dirección al local a ver si con algo de suerte termino comiendo algo esta noche...





3 comentarios:

starfighter dijo...

Una despedida digna de los Windsor: conservadora, tradicional y sosa. Faltó la alegría de la huerta: la Camilla y Fergie.

Moriarty dijo...

Veo que su estancia en GB está siendo muy provechosa. Cada nueva entrega de estos cuentos con plumas supera a la anterior.

Saludos.

hm dijo...

No sé si me ha gustado más lo de las canciones de marineros o lo de la versión de Rocío Jurado de SGM.

A partir de ahora te llamaré Frau Merkel... y por pararlelismo oiré cababllos a mis espaldas.

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