Recapitulemos,
De las últimas setenta y dos horas he dormido sólo once, y he
pasado veinticuatro entre metro, tren, autobuses, aviones y taxis. He recorrido
unos nueve mil kilómetros, he ido a una boda en la que no conocía a nadie salvo al novio
-mi mejor amigo del Colegio Mayor- y, por supuesto, al osezno, que santísimamente
me acompañaba. Hemos tenido problemas de organización, llegando cada uno a una hora y a un aeropuerto distinto. He comido cherne a la plancha con mucho ajito, papas arrugadas y mojo picón.
He estado al sol en una plantación de plátanos en mitad de la nada, he salido
de mi mundillo de ciencias para hablar de moda y glamour con representantes de
la industria fashion local y he maldecido el tener que levantarme a las cuatro y media
de la mañana con una resaca de órdago. He conocido gente estupenda, incluyendo
a esa encantadora pareja de tinerfeños monísimos, muy del PP, que nos invitaron
a practicar un ménage à quatre en su habitacón del hotel, tentadora oferta que sin embargo rechazamos
con gran educación. Me he burlado del tocado de una señora que resultó ser la
hermana del novio, he empobrecido considerablemente mi cuenta bancaria, he
maltratado mi hígado y he dormido (pocas horas) desnudo, cosa que como buen
friolero que soy llevaba todo el “verano” londinense sin poder hacer.
Y cuando he llegado a casa
ha sido solamente para deshacer la maleta, darme una ducha, volver a hacer la
maleta y bajar corriendo a St Pancras para pillar mi primer Eurostar, chispas. Me voy a un
congreso a Bruselas y mientras escribo esto me estoy moviendo entre Inglaterra y Francia a cuarenta metros por debajo del lecho del Atlántico. ¡Me parece muy
excitante! Casi tanto como los peperos viciosillos...
Claro, con tanto
movimiento no he hecho bien las cuentas.
Al hacer la maleta no me cuadraban los números. Concretamente: sea N el número de días que voy a estar
fuera. Entonces, me he dado cuenta de que, por mucho que los contase, la cantidad de calzoncillos limpios que me
quedaban en casa era exactamente igual a N-1.
Y no me daba tiempo a lavar.
Y me niego a sobrecargar más
mi maleta a la vuelta comprando cosas, aunque sean tan ligeras como un exiguo
jockstrap de SlickItUp.
Me he dicho: qué coño. Pues sin ellos.
Así que aquí estoy:
deslizándome por las profundidades suboceánicas sin ropa interior. En lo que se viene conociendo como "plan
comando".
Una cochinada, pero para el viaje llevo un pantalón viejo que hay que lavar y en cuanto llegue me voy a dar una ducha de las de hacer temblar la capa freática.
Ya lo sé. Una de las normas básicas de
conducta que ha de seguir a rajatabla cualquier caballero inglés que se precie es esta:
llevar siempre ropa interior, y llevarla limpia, porque nunca sabes cuándo vas a tener un
accidente y te van a tener que llevar al hospital. Pero he pensado que si, por
azar, sucediera una catástrofe en el Eurotúnel, un terremoto por un suponer, mientras estamos aquí abajo, el mar entraría con
fuerza inusitada y dispersaría nuestros despojos por todo el lecho marino de
aquí a las islas Kuriles. Nadie encontraría nunca nuestros cuerpos y por tanto… ¿qué
más dará? Nadie, salvo todos los que lean esto, lo
sabrá nunca…
19 comentarios:
Pero no vas a empezar ahora a actuar como un caballero inglés que se precie. ¿O sí?
Solo si con ello consigo un imperio, o en su defecto unos cuantos miles de hectáreas de terreno cultivable en alguna colonia... :-P
Jaja.. qué buena entrada, sobre todo porque rezuma verité, jaja..
Hicistéis mal en rechazar la oferta de los peperos, esas cosas no se olvidad nunca, y luego nos lo tendrías que haber contado, jeje..
A mí a veces me ha pasado lo de los calzoncillos, sobre todo saliendo del gimnasio..; y siendo estudiante, que fui a unos análisis, y me dijeron: "Quédese usted en calzoncillos".. aún me pongo rojo al recordarlo..
Un beso
qué te gusta simbolizar el morbo bloguero hecho hombre! y tus fans relamiéndonos : P
Tienes razón, Juato, en que esas cosas no se olvidan... pero no sé, imagínate que en plena faena te traen a colación a Federico Trillo, o a Mayor Oreja, o a la Barberá: ¡podría convertirse en una pesadilla inolvidable!
Qué exagerado y encantador adulador estás hecho, Nils...
Lo malo es que el terremoto tenga lugar ya fuera del agua...
Y no hace falta pensar en accidentes y catástrofes, imagina un clavo sobresaliente que te desgarra la parte de atrás del pantalón...
¿De verdad rechazasteis la oferta canaria? ¿Entonces tx y yo no tenemos nada que hacer?
Ah, eres una Third-A, una Warr-A y una Pu-Ehr-k.
Alto ahí, un momento. ¿Has venido hasta la capital del imperio galáctico y no has dicho nada? Te digo lo mismo que Mocho ;p
PD. Los caballeros ingleses ya no son lo que eran, tangas tangas...
De verdad que si, Mocho... ¡Es que la noche nos confunde! Y te aseguro que cada caso es estudiado por separado, así que no saques malas conclusiones... :-P
¡Lo siento mucho, Starfi! De veras que lo pensé, pero no me habría dado tiempo a nada de nada. Lo bueno es que el osezno se quedó enamorado de lo poco que vio de la isla, y le he prometido que tenemos que ir con mucha más calma lo antes posible :-)
Menos mal que no ocurrió lo del clavo, Peri...
Qué bien te entiendo. Yo pá mis playas llevé nueve mudax de por jinsai, es otra problemática, a ver: Los "Dim" XL ahora vienen pá anoréxico, y eran elastina, pero dos no me pude poner, porque es que ahora los gayumbos los hacen para ser bailarín de la Norma Duval o del Duato: con un apretamiento de costura y una elastina y un costureo de apretar, que eso sólo causa diverticulitis, pero te compras 4 por tres euros en Bruselas, porque los "Dim" sólo son caros en España y en "El Corte inglés" :-).
Gásgui-Tenerife ya podrás, gañán:-)...Los cuatro peperos no se les pregunta el cospedaleo...se hace sepso orá y ya:-)...
Una crítica en breve de "La Piel" te prometo, guapetón: Imposible sacar tiempo que es lo que me está faltando al volver a Madrid, pero es cosa coyuntural: en cuanto pueda, guapo. Si no es por entrada, te la pongo en comentario. Resumida: Bien, bastante bien. La peli bien.
Especialmente apasionado por algo que ya tengo y me enloquece: La música de Alberto Iglesias, que también se la ha hecho a Alfredson para su adaptación del Smiley ("El Topo") de la Carré, que va a ser una sensación de peli, y que tendremos aquí en navidades.
Besotes, rey.
¡Gracias Ripley, hermoso!
Increible pensamiento, si señor, se nota que eres un gran cientifico de los de bata blanca y gafas de pasta. He decidido que si algun dia viajo en el eurotunel lo hare en plan comando. Una duda, ¿esta idea tambien sirve para el madaleno? (para quien no lo sepa es una especie de tren turistico que hay en la peninsula de la Magadalena en Santander), mas que nada es saberlo porque hay muchas mas posibilidades que viaje en este tren que no en el otro. juajuajua
Un besuco.
Anonimo de las Cantabrias.
Valer, digo yo que valdrá, señor Anónimo misterioso. Habrá que probar algún día...
Yo que le tenía por un recio hidalgo español de los de refajo y calzoncillo largo... Se me ha caído un mito. :P
Y no olvide: "Hagas lo que hagas, ponte bragas"
¡Fraga y faja, señor Gárgamel! Que ahora vuelven a estar de moda...
Hombre, hombre, ¿2 peperos te invitan a un cuarteto, y rechazas el ofrecimiento de darlos bien por c... *Conection lost* *End of file*
Así mirado, Dr (y bienvenido, después de tanto tiempo), no tengo perdón...
Q se voltee
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