Equinoccio

A rebufo del desmesurado éxito de sagas prácticamente literarias como Crepúsculo –en Waterstone's ya existen secciones enteras de novelas de "romance sobrenatural"– y de series mágico-erótico-moñas como True Blood, Moonlight y Entre Fantasmas, he decidido subirme al carro y escribir mi propia trilogía ultraterrena destinada a adolescentes núbiles. A continuación va un resumen del argumento de "Equinoccio", primer volumen de mi nueva trilogía:

Melisanda es una chica normal, con las aficiones normales propias de su edad: hacer guerras de almohadas con sus amigas, decorar su carpeta con fotos de Justin Bieber recortadas de la Súper Pop, pasear desnuda por cementerios a altas horas de la noche. Pero un buen día su vida cambia en el transcurso de una excursión de su high school al museo:  allí conoce a Nefertario, la momia, y nace el amor. Se trata de una relación maldita que prospera a pesar de las diferencias de clase (ella es la humilde hija de un barrendero de pistas de aeropuertos fantasma, viudo de nacimiento, mientras que él es el cuñado de un Faraón del Bajo Egipto) y de la oposición de las envidiosas amigas de Melisanda (que ven con malos ojos la relación entre una Piscis y un Capricornio con ascendente Aries).

Pero con el pasar de los meses la relación entre Nefertario y Melisanda se estanca. Ella es joven y quiere viajar, vivir aventuras, o al menos ir al cine algún que otro sábado. Él, por el contrario, lleva muerto y disecado cinco mil años y tiende a pasarse las tardes inmóvil e inerte en su sarcófago, criando telarañas. La situación se complica cuando llega a la ciudad otro ser maligno y sobrenatural: Draculio Aguirre, consejero delegado de Goldman Sachs, que viene a destruir todo rastro de Estado del Bienestar. Draculio, personaje trágico, sufre el rechazo de sus conciudadanos a causa de su sueño de matar a todos los humanos, pero Melisenda es una muchacha sensible y profunda, capaz de ver más allá del traje de Armani del financiero: pronto descubre una enorme cualidad oculta del muchacho que le hace amarle con ternura inusitada.

Se establece un triángulo sentimental de difícil solución: Melisenda tiene el corazón dividido entre Draculio y Nefertario, pero también en aurículas y ventrículos. Draculio, sin embargo, se sorprende a sí mismo albergando inconfesables deseos carnales hacia Nefertario. Este último, por su parte, permanece inerte. Todos (excepto Nefertario) sufren mucho, y para terminar de rematar la faena una banda de hombres-polilla (misteriosa y poco conocida familia de cambiaformas sobrenaturales) aterroriza a la ciudad devorando abrigos y mantas indefensas, justo en mitad de una anómala carestía de bolas de naftalina. Se trata de un complot por parte de Lord Boldemort, nigromante y funcionario, enemigo acérrimo de Nefertario desde tiempos ancestrales, que guarda un rencor inaudito hacia todos los seres vivos (y muertos) por ser un mal plagio de otro personaje literario y por no ser capaz de encontrar gafas de sol capaces de sujetarse bien sobre un rostro sin nariz. 

La novela acaba en el más puro estilo cliffhanger, con Melisenda atrapada en el castillo de Boldemort y a punto de ser devorada por caniches necrófagos mientras Nefertario intenta salvarla haciendo nada. Será necesario esperar a la segunda novela, "Solsticio" para saber qué ocurre con nuestra heroína, y para conocer por qué Draculio aún no ha vuelto de la tienda donde compra la gomina que define su peinado...