octubre 10, 2012

Guía del Ambiente santanderino

Es lo que tiene vivir en una vibrante metrópolis como es Santander (bella tierruca), Santander (montañesuca): que un martes por la noche, tras comer unas rabas repelentes en un bar que otrora fue bueno, el fuckbuddy pregunta dónde se puede ir a ver mariconeo.  Entonces es cuando tú y tu osezno procuráis no descojonaros en su cara, por educación, y le lleváis a hacer una ronda que sabéis de antemano que está abocada al fracaso.

Discoteca cutre: cerrada.

Bar pretencioso: cerrado.

Bar número dos: cerrado.

Bar que no es de ambiente pero a ratos lo parece: cerrado.

Y así sucesivamente. Al final acaban los tres protagonistas de esta historia tomando unos gintonics pésimamente preparados en un sitio que de tan pijo que quiere ser resulta hortera.




Y la pregunta es: ¿dónde se esconde el mariconeo santanderino entre semana? La respuesta es sencilla: en mi gimnasio.




Una semana más tarde (es decir, ayer) este es el recuento de mi sesión de entrenamiento:
  • Haciendo press inclinado, Acechador: treintañero latino con pareja y una gran afición por enjabonarle la espalda a quien se deje. Gáyer.
  • A los bíceps mancuerna, Osote y un amigo. Osote fue quien me subió la autoestima varios puntos, entre otras cosas, al tirarme los tejos a la salida de un supermercado hace tiempo. Gáyers.
  • En el bíceps barra, Dios, así llamado porque es la perfección encarnada. Según Acechador, que dice que un amigo suyo se lo ha tirado, gáyer. Mi regla es no fiarme nunca de las historias que empiezan por "un amigo me ha dicho...", así que pongo una interrogación.
  • Al femoral, el Lechuguino. Tiene cara de poquita cosa pero un cuerpo peludete bastante mono. Lleva siempre calzoncillos de Aussiebum, es decir: gáyer.
  • A las dorsales: Tattooman. Se trata de una masa de músculos, tatuajes y piercings de metro noventa de estatura que en su perfil de Grindr se define a sí mismo como "un tipo normal que busca a tipos normales". Normalísimo todo. Gáyer.
  • Corriendo en la cinta, Don Flexible: eso sí que es pura fibra y no los cereales All Bran. Se hizo un perfil en Facebook cuyos apellidos eran "Muytra Gon", pero le obligaron a cambiárselo. Gáyer. 
  • En la bici estática, la Marica Mala. Detestable en todos los aspectos, pero tiene una herramienta de palmo y medio. Gáyer, pero regáyer.
  • En el vestuario, Cejacas: peludete, cajero de supermercado, un feo-guapo. Tal y como mira, gáyer fijo.
  • En las duchas, el Tirillas. Hace tiempo que ya ni se molesta en ir a la sala de musculación. Ahora ya directamente se pasa la tarde entre la sauna y la ducha. Decir gáyer es poco.
  • Pululando por ahí, el osezno y un servidor. ¿Adivinan qué? Gáyers.
Y eso no es nada. Los sábados por la tarde (antes de salir de copas) la cosa se pone aún peor...  ¡Propongo que declaren a mi gimnasio Lugar de Interés Turístico pero ya!


3 comentarios:

Mocho dijo...

De lo que se deduce que todos los gays santanderinos están poniéndose como burracos en las pesas y demás. Gáyer.

MM de planetamurciano dijo...

Apuesto a que hay más de un parque y más de un monte cercano donde aparecerán gáyers como setas otoñales.
Leo lo suyo, pienso en la capital del Planeta, y me da la impresión de que vivo en Sodoma...Cinco locales, una discoteca bien grande...Y todos lleno hsta las cencerretas.

Justo dijo...

Es que lo de Murcia, lo digo por el comentario de MM, nunca ha sido normal.. no conozco otra ciudad de ese nivel de población con tanto ambiente -y tan bueno- y lleva siendo así mucho tiempo..

Jajaj.. pues en mi gimnasio todo son heterotes, bien guapazos todos.. ya te digo.

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