diciembre 12, 2012

La que se avecina

Empieza la temporada hipercalórica, con los siguientes eventos preparados:
  • Esta noche, "cooking night" en un conocido restaurante local, en compañía del osezno, de la novia del osezno y no se sabe si de los hijos de la novia del osezno y el marido de la novia del osezno. En cualquier caso, nos mancharemos las manos y los esófagos de diversidad de ingredientes. + 0.5 kg
  • Mañana, reunión de trabajo con los del Consorcio Barrio Sésamo, es decir: coffee breaks, comida de catering y, muy previsiblemente, cena con los socios. Y si falla esa cena, hay contraprogramada una cena prenavideña con el sector joven y bello del Instituto. +0.5 kg
  • El viernes, sesión friki con El Hobbit, precedida sin duda por pizzas y acompañada por cantidades industriales de chuches. +0.5 kg
  • La semana que viene, comida prenavideña con los compañeros del curro, cena con un compañero italo-astur y, si todo sale bien, comilona de celebración por la merecida promoción laboral de un compañero y sin embargo amigo. +1.0 kg
  • A partir del día 22, si el mundo no ha tenido antes la decencia de acabarse, diez días en Segovia: cenorra con los amigos, cenas y comidas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, polvorones y turrones de postre cada día, Santa Madre diciéndome que estoy muy flaco y que tengo que merendar más, morcillas de la tía Sufurina, más un promedio de tres gintonics por noche si mis amigos borrachuzos me sacan a que me dé el fresco. +3.0 kg
  • Vuelta a Santander, comilonas de Reyes con la familia política, más roscón de Reyes de al menos dos tipos, incluyendo el Roscón de Vega, del cual una única unidad es capaz de alimentar a todas las modelos de la Pasarela Cibeles durante tres lustros enteros. +1.5 kg
  • Cena postnavideña con los amigos del osezno, seguida de copas. +0.5 kg
A esto hay que añadirle, o restarle dependiendo de cómo se mire, los siguientes parones:
  • No asistencia al gimnasio durante todo el tiempo que pase en Segovia, y menor asistencia al mismo mientras esté en Santander debido a fiestas, coincidencias con cenas y/o cuchipandas,  comas etílicos, etc.
  • Carencia de sexo durante mis días en Segovia, reserva espiritual de Occidente, paraíso clerical, ciudad de renombre en el mundo entero porque no se conoce el caso de ningún ser humano que haya sido capaz de follar en ella desde el siglo XIII como poco. De hecho, según un estudio de la Universidad de Wichita conducido por el Dr. Wilbur Pocahontas, todos los segovianos o bien hemos sido concebidos fuera de la capital durante algún viaje de nuestros padres, o hemos sido traídos por la cigüeña.
La consecuencia inevitable es que se echará a perder por completo el trabajo del último año. Después de las palizas que me he pegado en el gimnasio, he llegado a un punto en el que hay días (uno de cada veinte o así) en que me miro en el espejo y me digo: "leñe, ya casi doy para paja". Pues se acabó lo que se daba: más me vale mentalizarme de esto es ley de vida y que mis lorzas y yo somos como la idiotez y el ministro Wert: inseparables. 

"ANTES"
"DESPUÉS"
"DESPUÉS TODAVÍA"


4 comentarios:

starfighter dijo...

Por eso creo que me voy a coser la boca durante tres semanas, que llevo unos fines de semana con churros que ni en una producción de Colt.

MM de planetamurciano dijo...


Si despues de tantos placeres que se va a meter entre pecho y espalda, viene con llantos de kilos, es pa darle una colleja del recopetín, que lo sepa.
Usted zampe y disfrute que bastante desaboría está la vida.

Moriarty dijo...

La foto de Jabba the Hutt me ha dejado muerto. ¡Felices atracones!

Miquel Àngel dijo...

Come lo que quieras. Tranquilo !!! que luego viene la vuelta al gym, con mas ganas y ya mirando en el plan bañador.
Y a vivir, que son dos dias ....

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