diciembre 10, 2012

Pornografía

Se suele decir que las nuevas tecnologías han generado nuevos modelos de conducta inéditos y sorprendentes. Como la mayor parte de las cosas que se suelen decir, esto es fundamentalmente falso. En realidad no hay nada nuevo bajo el sol y por tanto las nuevas tecnologías, usadas por cerebros que apenas han cambiado en los últimos cincuenta mil años, solamente producen nuevas manifestaciones de viejos comportamientos. 

Tomemos por ejemplo dos casos de pornografía que yo siempre he considerado diametralmente opuestos.

Por un lado tenemos lo que eufemísitcamente se llama "aplicaciones de contactos": lugares virtuales en los que uno selecciona entre un amplio número de candidatos, rechaza a o es rechazado por la mayoría de los mismos, mantiene una conversación monosilábica durante un tiempo que tiende a cero y al final, si todo va bien, acaba con la cara cubierta de jugos ajenos. Llamo a esto pornografía porque le acabas viendo el culo a un desconocido, y lo sorprendente es que en la mayor parte de los casos nunca llegas ni a saber cuál es el equipo de fútbol favorito del otro. Este fenómeno no es nuevo, sino la versión del siglo XXI de los urinarios de la estación del tren de mediados del siglo XX. Existe contacto físico, pero rara vez contacto mental.

En el otro extremo del espectro 2.0 está esa especie en vías de extinción, el blog. Los blogs no tienen ninguna pretensión de contacto físico, sino que en muchos casos (aquí excluyo los blogs temáticos) son una expresión de exhibicionismo y vouyerismo psicológico de sus creadores/lectores. Las bitácoras personales son pornografía emocional: cuentas tu vida a desconocidos con los que nunca esperas encontrarte en persona, y das consejos o ánimos a individuos que han lanzado un problema personal al aire en la otra punta del globo. Al final acabas sabiendo detalles íntimos de bloggers que ni siquiera sabes qué aspecto tienen; esto parece también muy raro y muy novedoso pero en el fondo es solamente una forma glorificada de las cartas a amigos extranjeros que practicaban muchos adolescentes en el siglo pasado.




Yo, que tiendo a categorizar más de la cuenta, siempre he entendido estos dos tipos de pornografía como juegos muy bien definidos, y en particular nunca he hecho gran esfuerzo por conocer en persona (desvirtualizar) a mis seguidos/seguidores de blog. La prueba es que llevo en este negocio cuatro años, tengo según las estadísticas unos noventa seguidores regulares (aunque muchos menos comentaristas), y sin embargo hasta el viernes sólo había conocido en persona a dos bloggers, los señores Hm y Gaysinley, de los cuales sólo puedo hablar maravillas. Entiendo el blog como una diversión y una válvula de escape, pero no como un método para aumentar mi círculo social: si sucede, bienvenido sea, pero no es ni de lejos el objetivo de todo esto.

El viernes, sin embargo, uno de los eventos más esperados de mi Fin de Semana No Hetero era la desvirtualización de mi matrimonio murciano favorito, el del señor Shepperdsen con el Sr. Skyzos. Llevábamos los cuatro (Shepperdsen, el Sr. Skyzos, el osezno y yo) un tiempo con ganas de desvirtualizarnos, pero el hecho de vivir en puntas opuestas de la Península dificultaba un tanto la cosa. Al final una conjunción planetaria de puente, trabajo y fiesta plantígrada hizo posible que quedáramos a tomar algo.

De ambos murcianos yo conocía lo fundamental gracias a los blogs y a Facebook: ya había podido disfrutar a distancia de la inteligencia de ambos, de su sentido del humor y de lo bien que se les da escribir; había seguido las aventuras de Shepperdsen en Lisboa y las delicias de la vida vecinal del barrio donde viven; también me había hecho a la idea gracias a FB de sus respectivos aspectos físicos. Pero no es lo mismo comentar en un blog que tomar una cerveza juntos: a veces tus ídolos en la lejanía no resisten la prueba de la realidad, o eres tú el que no la pasas.

De modo que estaba bastante nervioso cuando les vimos aflorar por la boca del metro de Chueca. Mi primer pensamiento fue: ¡Aquí están!, y mi segundo pensamiento fue: Jodó qué guapos. ¡Mucho mejor al natural que en las fotos! Tardé exactamente un vermú en relajarme y sentirme cómodo con ellos. Al osezno le ocurrió lo mismo. Cenamos de maravilla y estuvimos tomando copas y riendo hasta las tantas. Sin duda alguna, lo mejor del fin de semana: ¡Gracias, chicos! Sois la prueba viviente de que mi empeño por separar mi vida real y mi vida virtual es una solemne estupidez.  Y de que la pornografía sentimental llena más cuando se hace frente a frente.



7 comentarios:

MM de planetamurciano dijo...

Suscribo! Conocerlos es quererlos!

Sufur dijo...

Pues que sepa usted, señor MM, que también me encantaría desvirtualizarlo...

Eleuterio dijo...

Hay que desvirtuaizarse más, claro que sí. Que da gusto y uno hace amigos.

starfighter dijo...

Lo de la desvirtualización siempre me pone muy nervioso, aunque ese es un estado natural en mí (y eso que ya llevo unas pocas). Que lo hayais pasado genial es algo que dice mucho del carácter de los cuatro ;)

Mocho dijo...

Ah, yo recuerdo cuando empecé que dije: ¿conocer gente? ni de coña, que no que no que no.

Y acabo de llegar de pasar cuatro días en el extranjero en casa del primero que me dijo que "quería conocerme en persona".

Lo que ya no digo es de si se trata de pronografía tipo 1 o tipo 2.

Miquel Àngel dijo...

No soy de la opinión que los blogs sean para llegar a hacer mas conocidos. PAra eso existen otros perfiles u otras redes sociales.
Los blogs tienen algo de exhibicionismo, eso si. Y por contra, un mucho de voyerismo.
Pero si "sin comerlo ni beberlo" puedes llegar a desvirtualizar a algunos nicks y ver que se esconden personas humanas, que ademas son encantadores, pues mejor que mejor, no?
Hay que aprovecharlo.

Anónimo dijo...

Pues yo Don Sufur no tengo claro eso de desvirtualizar. Yo disfruto mucho leyendo algunos blog, este es un claro ejemplo, y me encanta la idea que me hago en mi cabecita de como son las personas que los escriben, y no se si la realidad de esas personas me va ha gustar o no, por eso no tengo claro si me gustaria conocerlos o no. Como ejemplo de esto pondre el caso de uno de mis bloguer preferidos que el pasado verano estuve a punto de conocer de una manera un tanto estraña, lo cual hizo que se me hundiera un poco la imagen que tenia de el, tranquilo mi querido M. sigo adorando tu blog y a ti.
Besucos.
Agustín.

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