Según las últimas noticias, al fin la crisis nos da un respiro: según se comenta, se ha producido una vacante en un puesto de trabajo en óptimas condiciones, de modo que se prevé que con un poco de suerte la cifra oficial de parados vaya a descender próximamente en la cantidad de una persona, todo un récord en estos tiempos que corren.
Decir que se trata de un puesto de trabajo en óptimas condiciones en un eufemismo: honestamente, el trabajo parece un chollo. Por lo que puedo deducir, consiste básicamente en ocupar un trono en el centro de una ciudad-estado propia, vivir en un palacio de mármol y oropel rodeado de sirvientes y un ejército de suculentos soldados, decirle a la gente cuándo, cómo y para qué deben follar y dedicarse a recorrer el mundo en un avión privado y un coche blindado predicando el Reino de los Pobres, a ser posible sin que se te noten las ganas de morirte de risa mientras lo haces.
Salvo por las partes de hablar en latín y de las groupies histéricas con velo, que me parecen un coñazo, por lo demás el trabajo me parece un ascenso se mire por donde se mire, y por tanto pienso echar mi currículum, a ver si suena la flauta. Si mis conocimientos de teología no están desfasados –cosa fácil por otra parte, ya que puestos a memorizar idioteces sobre personajes ficticios prefiero recordar la lista de integrantes de la Patrulla X–, cumplo los requisitos básicos para el puesto, a saber: tener pene y estar bautizado. Además hablo italiano, tengo cara de insatisfecho sexual y me encantan las capas, las túnicas y los dobladillos de encaje: sinceramente, creo que sería un papa la mar de apañado. Así que ya lo saben, señores del Colegio Cardenalicio: a la hora de preparar la próxima fumata, ¡tengan en cuenta mi solicitud!
5 comentarios:
¡República ya en el Vaticano!
Tienes mi voto!
¡¡¡¡¡Don Sufur for Papa!!!!!
Besucos.
Agustín.
Ni siquiera hace falta que presentes el currículum. Ten en cuenta que, como el Espíritu sopla por donde quiere, cualquier católico puede ser nombrado Papa. De hecho, creo que es la única razón por la que yo todavía no he apostatado.
¡¡Que el espíritu santo ayude al conclave vaticano a decidir que tú eres la mejor opción sin duda alguna!!
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