junio 26, 2014

Retransmisiones deportivas

Tomando café el otro día con mis compañeros de trabajo, que tienen mucho mundo, llegamos a la conclusión de que muy pocos países debe haber donde la tarea del comentarista radiofónico o televisivo de fútbol requiera tanta capacidad pulmonar, tanto espíritu épico, tanta capacidad para los lugares comunes y tantas ganas de molestar como en los países latinoamericanos.
- Rrrrruge! El! Grrraderío! Mientras! Romualdinho! Hace! Un! Último! Rrrrregate imposible!!!!; esquiva a los jugadores contrrrarios, le pasa la pelota a Puchi, se la envía, selaenvíaaala,ésteavanzaimparableantelaimpotenciadelguarrrrrdametaenemigo, Puchi chuta, y GOOOOOOOOOOOOL! GOOOOOOOL! GOOOOOOOOOOOOL! GOOOOOLGOLGOOOOOOOOOOOOOOL señores qué GOLAZO GOOOOOOOOL GOOOOOOOOL del Churruca F.C. que con este GOOOOOOOOOOL se sitúa en la cabeza de la parte media-inferior de la tablaaaaaaa señores qué GOOOOOOL GOOOOOL GOOOOOOL en esta contiennnnnda memorable, un claaaaassssico del fútbol que le estamos retransmitiendo con el patttrocinio de Fajas Soras, señññora!
Esta misma escena no sería lo mismo retransmitida por un comentarista finlandés:
- Gol
Tampoco sería lo mismo si la retransmisión la hiciera un comentarista del Tour de Francia:
- El pase de Romualdinho me recuerda a cuando yo era joven y jugaba en los partidos de solteros contra casados de mi comunidad de vecinos; en aquella época, en vez de usar balones usábamos calabazas rellenas de grava, a las que llamábamos "pelotos", y poníamos la portería al lado de un árbol que servía de poste y a la vez daba una sombra riquísima. Porque en aquel entonces hacía calor de verdad los veranos, no como ahora, y nosotros no nos drogábamos, no como ahora, que la juventud viene muy pervertida, y ya no respetan nada. Ahora cualquiera con un pantalón corto y un contrato de quinientos millones se considera a sí mismo futbolista, pero mis tiempos sí que nos esforzábamos, y...
Por unos motivos u otros, hoy en día la prosa más heroica y poética del lenguaje español se concentra en las páginas de fútbol y de toros de los periódicos nacionales. Yo lo achaco a que ambos espectáculos son tan aburridos que es necesario adornarlos con palabras para que la gente no se quede dormida o le de a la bebida en plan serio. Deberían hacer algo parecido con las retransmisiones de ajedrez:
- El! Torrrrrrneo! Se! Pone! Al! Rojo! Vivo! Carrrrrlsen mueve pieza!!!! Será el peón D3 que tiene amenazado por el caballo negro? No! Atención señores! El alfil avanza imparableatravésdeltablerodeslizándosecomounrelámpagoatronadorysecooooooomelatorrrrrrrrreederrrrreina! La torrrrrrrre es devorada ante el público que enloquece en el estadio! Anand no lo había visto venirrrrrr señores, y JAAAAAAQUEEEEEEEE JAQUE JAQUEEEEEEEEEE JAQUEEEEEEEEEEEEEEEE qué locura seññññññores JAQUEEEEEEE este Jaque ha sido patrrrrrocinado por Puritos Farias, puro saborrrr de Cuba en su sobremesaaaa, JAQUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!
Ehm... casi mejor que no, ¿verdad?


4 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. Yo creo que intentan dar profundidad a algo que no lo tiene... Yo he visto algunos partidos y me hubiese gustado vomitar en la cabeza de Manu Carreño y compañía (sin acritud)

rickisimus2 dijo...

Lo más curioso es que convierten todas las palabras en esdrújulas.

Unknown dijo...

No seré yo el que defienda el fúbol #nadiedicefútbol, pero entiendo el énfasis en la radio ya que, al no estarlo viendo, te lo tienes que imaginar.

Pero vamos, es como cuando el calvo retransmite la fórmula 1. Se pasan 20 vueltas uno tras otro y es un "atención que parece que Fernando ataca".

Moriarty dijo...

Es una huida hacia adelante. Como la audiencia se les acostumbra, han de ser cada vez más histriónicos, y aumentar cada vez más el nivel de decibelios para seguir llamando la atención.

Driver: por el Reino de Valencia sí que se dice fútbol. ;-)

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