diciembre 08, 2014

Campaña navideña

Se respira en las calles, en los centros comerciales y, sobre todo, en televisión: la Navidad se cierne sobre nosotros. Esa bonita fiesta que conmemora el nacimiento de un niño en cuyo nombre han muerto millones de seres humanos, y que aun hoy en día nos llena de espíritu de paz y de ganas de comernos un rebaño entero, con un poco de aceite y sal, acompañado de unos dulces que durante el resto del año miramos con el más absoluto horror.

El otro día, viendo los anuncios de Antena 3, se les coló por descuido un trozo de película. Estuve tentado de escribir una carta protestando, pero no me acordaba de cómo se deletrea la palabra "ignominia" y lo acabé dejando correr.

La campaña publicitaria navideña de este año viene floja: apenas salen hombres desnudos anunciando cosas. Lo que sí queda claro, afortunadamente, es que tanto las compañías telefónicas como los bancos y compañías de seguros médicos existen únicamente para traernos felicidad y alegría. En estas fechas tan señaladas, el colágeno regenerativo de las cremas hidratantes es más fresco, las micropartículas higienizantes de los detergentes son más potentes y los contratos de permanencia nos dan mayor sensación de pertenecer a una gran familia de consumidores felices.

Un recordatorio de lo que es el Espíritu de las Navidades, a cargo de los humoristas de "El Jueves"

El anuncio de la Lotería Nacional ha dado mucho de que hablar este año. La pelea entre la Lotería y Campofrío por ver quién le toca más la moral a los teleespectadores va a ser duro esta vez. Yo sigo echando de menos al calvo de la Lotería porque tenía un polvazo. 

Pero aún nos queda por ver el Anuncio Definitivo, que supondrá el auténtico Fin de la Historia preconizado por el imbécil de Fukuyama, el Anuncio de Todos Los Anuncios. Será algo así:

Un paisaje nevado, con un precioso lago helado iluminado por LEDs de colorines. Sobre el lago patinan un grupo de jamelgos y fulanas de buen ver, en una coreografía que les permite hablar por teléfono móvil libremente: se trata de la Tarifa Zarigüeya de Oranfone, que te permite realizar actividades peligrosas mientras estás conectado a internet por sólo 39.99 euros al mes, IVA no incluído; de repente irrumpen en escena unos científicos -se nota que lo son porque son señores y señoras con batas blancas- portando esferas de luz y alegría: se trata de coenzimas QX-32J que no solo blanquean el hielo del lago, sino también los dientes de los bailarines y las minúsculas prendas de ropa con las que apenas cubren sus turgencias. Uno de ellos, de los bailarines se entiende, se frena frente a la cámara, con una graciosa pirueta, y dice solemnemente: "Es Navidad y por eso desde que sólo me alimento de salchichas de pavo ChisparritasTM mi colesterol está tan bajo que mis médicos de Corporación DermoEsofágica me han dicho que viviré muchos años. Por tanto, me voy en mi nuevo Peuskwagen con tracción a las nueve ruedas a hacerme un Plan de Pensiones Multivitamínico en el RobiBank, el banco amigo que sólo piensa en mí y en mis circunstancias". Es entonces cuando, descolgándose del cielo con alegría, invaden el escenario docenas de Burbujas de cava, con pezones duros como escarpias McLeroyTM, cantando villancicos y arrojando décimos de lotería y tabletas de turrón (duro) sobre los transeúntes que, aullando de dolor, se refugian en el Castullo de Ensueño de Barbi Senadora, que se encuentra de viaje esos días a cargo del erario público gracias a un ofertón que ha encontrado en la página buscadora Trixpedia. Aparece el Niño Jesús, interpretado por David Bisbal, y calma los ánimos desde su pesebre de Cortilandia. Todos felices, ven cómo quedan desterrados del mundo la fealdad y el mal aliento, y la escena se va fundiendo en negro mientras una voz gangosa dice "Pour homme. Pour femme. De Paguí".




7 comentarios:

Christian Ingebrethsen dijo...

Impagable todo, sobre todo el final, aunque yo añadiría "Per donna, per uomo" porque todos sabemos que en Italia tampoco conocen ni la vulgaridad ni la fealdad.

starfighter dijo...

Que gran visionario ha perdido el mundo de la publicidad. Don Draper es un aficionado a su lado...

Mocho dijo...

Tranquilo, sólo te quedan dos meses para que puedas poner a parir el día de San Valentín.

Moriarty dijo...

Todo es amenazadoramente creíble. La Tarifa Zarigüeya y el Jesusín-Bisbal forman parte de algún futuro inmediato, y distópico a tope.

Blackmount dijo...

y una modelo escualida se encarama a ondear tules al viento en una valla publicitaria mientras la vos en off dice "kagggholina heggghegga niw york" (es que la fulana no pudo conseguir a nadie que supiera pronunciar su nombre? que no estan dificil tampoco)

Alex dijo...

Hace años que la Navidad se me hace insoportable. La verdad todo el consumerismo me hace quere huir a las colinas entre Octubre y Enero.

Unknown dijo...

Desde que tenemos una peque en casa he recuperado la ilusión navideña, qué le voy a hacer.

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