Tras el bombazo en taquilla de "ocho apellidos vascos", seguido del previsible (e inexplicable) exitazo de "ocho apellidos catalanes", ¡llega la nueva comedia de estereotipos regionales! Se trata de una historia de divertidos enredos, amores complicados y colesterol. Adelantamos una primera versión del argumento de la película, en absoluta primicia para los lectores de Here Be Dragons:
El joven Fuencislo de Frutos Marugán Yagüe Cubero Fuentetaja Matarranz Cañas Borreguero, segoviano de vigesimosexta generación, ha salido de la casa de sus padres a la tierna edad de cuarenta y cinco años para buscar trabajo, como todos los de su quinta, en Madrid. Allí, y a pesar de pequeños defectos físicos y de carácter fruto de la endogamia y la esmerada educación castellana, tales como la cabezonería, el tacañismo, la cejijuntez, la costumbre de hablar a gritos y el mal olor corporal, el mozo acaba conociendo a una chica, a la que seduce usando el adjetivo "maja". El problema es que la chica tiene un grave defecto congénito: es de Ciudad Real.
– Jodiobobo, modorro, pajón, que eres más tonto que Abundio –le dice su padre el domingo en que Fuencislo se atreve a contárselo a la familia, en mitad de la comida. Fuencislo vuelve a casa de sus padres todos los fines de semana, al igual que sus hermanos que viven en Toronto y Singapur–. Anda que no habrá chicas majas en Segovia, que tienes que ir a buscártelas fuera.A Fuencislo se le añusgan un tanto las lentejas con la retahíla, pero vaya si se las come, por la cuenta que le trae. En un acto de rebeldía sin precedentes en la provincia, decide desafiar no solo a sus padres, sino también a sus hermanos, sus tíos y sus primos hasta el tercer grado para vivir una loca historia de amor prohibido... eso sí, bien lejos de Segovia, y solo de lunes a viernes.
– Esa jodía papona no me gusta –dice su madre, sin conocer de nada a la interfecta–. La Henar sí que era buena para ti.
– Madre, si usted no paró de meterse con la Henar todo el tiempo que estuvimos juntos...
– Ya, pero ahora está muerta, que Dios la tenga en su gloria, y eso hace que gane muchos puntos. Y acábate las lentejas, que tienen mucho hierro.
– Cariño, nunca hacemos nada juntos los fines de semana. Siempre te vas a Segovia.Fuencislo sigue yendo a casa de sus padres todos los fines de semana. Allí, al calor del hogar, su madre le cubre de torreznos e improperios, poniéndole la cabeza como un bombo.
– Anda, pues claro. ¡Nos ha jodío! Mi madre va a hacer asado.
– Mi hijo es de género tonto –dice la señora Chon en la panadería.La chica de Ciudad Real empieza a estar hasta las narices del asunto y decide poner las cartas sobre la mesa. Tras consultarlo con sus amigas, elabora una estrategia. Baja al sexshop del barrio, se compra unas bragas y unos ligueros de fantasía, un corpiño y unos zapatos de tacón de aguja a juego. Se viste para su hombre y espera, palpitante de seducción, epítome de ardiente feminidad manchega, aljibe de deseos sensuales e inconfesables, a que él llegue del trabajo.
– El hijo de la Chon es de género tonto –comentan las clientas de la panadería en misa.
– El hijo de la Chon es de género tonto –explican las de la parroquia en la peluquería.
– El hijo de la Chon es de género tonto –murmuran los de la partida de mus mientras envidan a grande y toman su Dyc con hielo.
– Cariño: mírame. ¿A que estoy buena?
– ¡Estás más rica que el chorizo de Cantimpalos!
– Pues has de saber que esto se mira, pero no se toca. Todo lo que ves será tuyo –dice la moderna Lisístrata, señalándose al organismo– si dejas de hacer caso a la bruja de tu madre. Hasta entonces, te quedas a pan y agua.
– ¿Bruja? ¡Con lo que ella te quiere!Y por tanto, el domingo siguiente Fuencislo se lamenta en casa de sus padres porque vuelve a estar soltero.
– Me quiere, pero asesinar. Que sé que me echa matarratas en los judiones cada vez que voy contigo a Segovia. Has de elegir, Fuencislo: o ella, o yo.
– Con lo maja que era esa chica para el tonto en vísperas de mi hijo –se confía la Chon a las amigas el día siguiente–. Hay que ver qué mala suerte tiene el chico con las mujeres.
5 comentarios:
Jajajajajajaja, lo que me he reído con el post. Aunque reconozco que algunas veces soy un poco Chon pero no es culpa mía, la culpa es de la gente que no sólo elige de puta pena sino que encima someten cada decisión que toman a referéndum entre sus conocidos.
Con esto se puede hacer una serie de éxito brutal que ríete del "Aquí no hay quien viva". Un clásico de la televisión autonómica.
esta película es de género hilarante
Genial, extraordinario, divertidísimo!
Como descendiente de segovianos que ya no viven allí te pregunto, ante mi perplejidad e ignorancia:
¿Se dice "de género tonto" o "del género tonto"? Porque en mi familia lo oigo más en la segunda acepción.
Atentamente,
Fredesvinto Pajarero Arranz de Pablos
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