diciembre 30, 2016

Momentos catedralicios

La gente me dice: vaya vistas tiene la casa de tus padres. Y, por una vez en la vida, la gente tiene razón. El piso que eligieron comprar mis padres allá a finales de los 70 gozaba en aquel entonces de una panorámica amplia sobre Segovia y la sierra y, a pesar de la cansina burbuja inmobiliaria de las últimas décadas, hasta hoy en día ninguna construcción cercana (salvo el horrible tejado rojo del polideportivo del colegio de curas de enfrente) ha estropeado el paisaje. Es un privilegio muy edificante tener tanta luz y tantas cosas bellas que mirar sin tener que salir de casa.

Claro que también ayuda bastante tener un trípode y un buen teleobjetivo. Como ha quedado ya más que claro en este blog, padezco una obsesión rayana en lo enfermizo por fotografiar la catedral de Segovia desde mi habitación. He aquí una pequeña selección de la caza de imágenes de estas vacaciones:










Más una última foto también de la catedral, pero no tomada desde mi casa, y que demuestra por qué la catedral es el edificio más querido por las palomas segovianas:


1 comentario:

Alex dijo...

Buenísimas las fotos!
En especial las nocturnas, me parecen geniales

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