Contaba hace bien poco cómo me jodía que la crisis se haya cargado la chistería de Segovia. Al menos, intentaba consolarme, seguían quedándome las tres chisterías cercanas a mi casa en Santander.
Pues ya no.
La Blanck Lotus, que era la más cercana a mi casa, ha cascado también. Y me jode infinitamente por varios motivos: por la crisis del negocio, por la comodidad que me suponía tener una chistería a cinco minutos de casa (eso, quieras que no, es todo un lujo, sobre todo cuando se vive en una ciudad en la que llueve un día sí y otro también), y sobre todo porque la Black Lotus fue el lugar donde descubrí a los FF.
No, no me estoy refiriendo a los Fantastic Four. A esos ya los conocía yo mucho antes de que la mayoría de ustedes hubieran nacido, pollos. Estoy hablando de otra formación superpoderosa, de cuya existencia no era consciente hasta hace relativamente poco:
La de los Freaks Follables.
En efecto, la primera vez que fui a la tienda descubrí que no solo el jugoso dependiente, sino también parte de los parroquianos, se salían de la norma que aparentemente obligaba a que todos los friquis fuéramos o bien adolescentes con granos, o bien siniestros con aspecto de psicópata, o bien el vendedor de cómics de los Simpsons, o bien -en mi caso- simpáticos y desastrados científicos locos con Planes Para Sojuzgar El Mundo.
Fue todo un agradable shock.
Tiempo después descubrí a los chicos de FLU y todos los prejuicios inconscientes que me quedaban terminaron de saltar por los aires: ahí estaba la prueba de que no sólo existían FFs, sino además FaFs (Freaks altamente Follables).
Pero los chicos de FLU están todos a cientos de kilómetros, y me han cerrado mi tienda favorita. Cuánto sufrir. Quién fuera tan frío y calculador como mi Emma. ¿Cuándo se nos llevará el Señor?
Pues ya no.
La Blanck Lotus, que era la más cercana a mi casa, ha cascado también. Y me jode infinitamente por varios motivos: por la crisis del negocio, por la comodidad que me suponía tener una chistería a cinco minutos de casa (eso, quieras que no, es todo un lujo, sobre todo cuando se vive en una ciudad en la que llueve un día sí y otro también), y sobre todo porque la Black Lotus fue el lugar donde descubrí a los FF.
No, no me estoy refiriendo a los Fantastic Four. A esos ya los conocía yo mucho antes de que la mayoría de ustedes hubieran nacido, pollos. Estoy hablando de otra formación superpoderosa, de cuya existencia no era consciente hasta hace relativamente poco:
La de los Freaks Follables.
En efecto, la primera vez que fui a la tienda descubrí que no solo el jugoso dependiente, sino también parte de los parroquianos, se salían de la norma que aparentemente obligaba a que todos los friquis fuéramos o bien adolescentes con granos, o bien siniestros con aspecto de psicópata, o bien el vendedor de cómics de los Simpsons, o bien -en mi caso- simpáticos y desastrados científicos locos con Planes Para Sojuzgar El Mundo.
Fue todo un agradable shock.
Tiempo después descubrí a los chicos de FLU y todos los prejuicios inconscientes que me quedaban terminaron de saltar por los aires: ahí estaba la prueba de que no sólo existían FFs, sino además FaFs (Freaks altamente Follables).
Pero los chicos de FLU están todos a cientos de kilómetros, y me han cerrado mi tienda favorita. Cuánto sufrir. Quién fuera tan frío y calculador como mi Emma. ¿Cuándo se nos llevará el Señor?
5 comentarios:
Esto es una plaga...
Aunque mi curro no depende únicamente de la chistería, cada vez que leo que cierra alguna, se me ponen de corbata :(
...chas gracias por la infinitesimal parte que me tonga de FLU, aunque actualice por peteneras.
es destrempante esto de la crisis
Frikis follables tiene que haber alguno, no? O al menos eso quiero pensar, pues mucho me temo que estoy casada con uno. Aunque vayan cerrando esas tiendas, no desesperes, en todddddddddas las que he tenido que recorrer con mi Costillo rara vez me he encontrado frikis altamente follables (vamos, que recuerde ahora mismo, ninguna!!), así que darte por satisfecho.
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