Mis amigos, mis compañeros de trabajo, mi familia y el osezno coinciden en una cosa: soy un vicioso redomado. Uno de mis mayores vicios conocidos es el de los cómics o chistes, como los llaman aquí. Es algo que me viene de antiguo: soy marvelita desde antes de que muchos de vosotros naciérais y tengo a bien enorgullecerme de cosas tales como haber tenido en mis infantiles manos el primer número de la Patrulla X editado por la Fórum, haber leído de primera mano la muerte de Gwen Stacy o recordar cómo era el Universo Marvel antes de la saga de Fénix Oscura.
Es un trabajo duro. Casi todo el tiempo uno mantiene su afición sólo por cuestión de principios: la mayor parte de las historias que se leen en los cómics norteamericanos son bazofia. Te enganchas porque te mola un personaje, o porque te identificas con ciertos mutantes proscritos, y aguantas carros y carretas mientras sucesivos guionistas ineptos o directivos aún más ineptos todavía se encargan de descuajaringar por completo tu colección favorita hasta hacerla irreconocible. Sucede a menudo, y sucedía más todavía en los 90.
Pero también hay épocas buenas, claro que sí. Y la Casa de las Ideas está atravesando un momento de creatividad como hacía tiempo que no se veía en este negocio, con toda una serie de interesantes tramas desarrolladas a los largo de los últimos años en las principales colecciones señeras de la editorial y que han desembocado en mi actual fuente de friki-orgasmos. Estoy hablando de la
Los skrulls eran la raza alienígena más risible de todo el Universo, con la posible excepción de los aún más desastrosos badoon. Prototipo de marcianitos verdes con orejas puntiagudas, los metamorfos skrull eran derrotados una y otra vez en sus infantiles intentos de conquistar la Tierra, a pesar de poseer una tecnología avanzada, un imperio que abarcaba miles de mundos y la capacidad de adoptar la forma deseada en cada momento sin el menor esfuerzo. Tan sonadas fueron sus derrotas a lo largo de los años, que skrull se convirtió en sinónimo de "malo extraterrestre fácilmente machacable" para varias generaciones de aficionados al cómic.
Hasta que un buen día a Brian Michael Bendis se le ocurrió plantearse qué pasaría si por una vez los skrulls actuaran de una forma inteligente, usando cabalmente sus habilidades únicas y atacando la Tierra por medio de la infiltración y la manipulación. Y el resultado es una saga que por el momento está haciéndome disfrutar como un enano, que es de lo que se trata en este negocio.
Es un trabajo duro. Casi todo el tiempo uno mantiene su afición sólo por cuestión de principios: la mayor parte de las historias que se leen en los cómics norteamericanos son bazofia. Te enganchas porque te mola un personaje, o porque te identificas con ciertos mutantes proscritos, y aguantas carros y carretas mientras sucesivos guionistas ineptos o directivos aún más ineptos todavía se encargan de descuajaringar por completo tu colección favorita hasta hacerla irreconocible. Sucede a menudo, y sucedía más todavía en los 90.
Pero también hay épocas buenas, claro que sí. Y la Casa de las Ideas está atravesando un momento de creatividad como hacía tiempo que no se veía en este negocio, con toda una serie de interesantes tramas desarrolladas a los largo de los últimos años en las principales colecciones señeras de la editorial y que han desembocado en mi actual fuente de friki-orgasmos. Estoy hablando de la
Los skrulls eran la raza alienígena más risible de todo el Universo, con la posible excepción de los aún más desastrosos badoon. Prototipo de marcianitos verdes con orejas puntiagudas, los metamorfos skrull eran derrotados una y otra vez en sus infantiles intentos de conquistar la Tierra, a pesar de poseer una tecnología avanzada, un imperio que abarcaba miles de mundos y la capacidad de adoptar la forma deseada en cada momento sin el menor esfuerzo. Tan sonadas fueron sus derrotas a lo largo de los años, que skrull se convirtió en sinónimo de "malo extraterrestre fácilmente machacable" para varias generaciones de aficionados al cómic.
Hasta que un buen día a Brian Michael Bendis se le ocurrió plantearse qué pasaría si por una vez los skrulls actuaran de una forma inteligente, usando cabalmente sus habilidades únicas y atacando la Tierra por medio de la infiltración y la manipulación. Y el resultado es una saga que por el momento está haciéndome disfrutar como un enano, que es de lo que se trata en este negocio.
Se ha tomado su tiempo. Por una vez ha habido un plan editorial a largo plazo con unos objetivos definidos y un arco argumental ambicioso. Todas las principales sagas de los últimos años, desde la Dinastía de M hasta World War Hulk, pasando por la inquietante Civil War, conducían a este momento, sin apresurarse, dejando caer pistas con una sutileza totalmente inusitada en el medio, colocando a todas las piezas del tablero en la posición adecuada para el comienzo de la partida.
Durante años los skrulls han estado infiltrándose entre los héroes y villanos de la Tierra, así como entre sus gobiernos y oficinas de seguridad principales. Durante todo este tiempo han estado trabajando para enfrentar a los terrestres entre sí, aumentando la desconfianza, promoviendo el caos, debilitando las instituciones, corrompiendo los sistemas informáticos, eliminando competidores en las sombras, preparándose para la invasión.
Por una vez, los skrulls han sido más inteligentes que nadie. El lema de la infiltración: colocarse en el puesto donde más daño pueda hacerse. Y la propia reina de los skrulls forma parte de la operación ocupando el lugar de Jessica Drew, Spiderwoman, un personaje totalmente secundario en el Universo Marvel pero que de repente se ve en mitad de los principales acontecimientos, tejiendo su tela de araña...
El tema principal de la saga es la confianza. ¿En quién puedes confiar cuando cualquiera, incluso tu propio padre, puede ser un enemigo camuflado? El otro tema principal es el de la religión: los skrulls que intentan conquistar la Tierra lo hacen movidos no por la sed de venganza, sino por el fervor religioso de un culto fundamentalista cuyas antiguas profecías sirven para justificar la guerra santa y la invasión. ¿Os suena de algo?
Naturalmente, no voy a reventar la historia haciendo de spoiler. Lo único que voy a añadir es que la combinación de unos buenos guionistas con unos buenos dibujantes en estado de gracia están haciendo que me interese incluso por series y personajes que jamás habrían sido objeto de mi atención: nombres tales como Hércules, los Thunderbolts, Hulka o Máquina de Guerra que normalmente me la sudan por completo. Hay más ejemplos: las escenas de combate entre Elektra y sus atacantes skrull, por ejemplo. son de un dinamismo y una belleza impactantes, al igual que el tomo dedicado a Pantera Negra y la lucha por wakanda.
Y eso significa que me estoy comprando más cómics que nunca: en efecto, soy de esos. No tengo inconveniente en leerme un cómic bajado de internet, pero si alguno me gusta, quiero tenerlo en papel...
Pero lo mejor de la serie está siendo por el momento los flashbacks en la serie de Los Vengadores donde Bendis reinterpreta y explica los principales momentos de los últimos años en la clave de la Invasión. Simplemente, geniales.
Queda poquito para que acabe la Invasión Secreta, y pronto llegará Dark Reign... ¡esto promete!
10 comentarios:
¡Cómo me ha gustado el post! Digno de un FLUer!!!
Yo tb me quedé superenganchado a IS. Hay mucha serie de relleno, pero me encantó la miniserie, los números de los Vengadores, Pantera Negra, Inhumanos, Hércules y Thunderbolts (de estos te recomiendo desde Civil War pq son un pedazo de serie).
Y no veas el final como viene.
Y lo q pasa después es pa cagarse!!!
Ahhh! Y cuando acabes, si puedes, dale un repaso a la Marvel desde q llegó Bendis. Más o menos desde Vengadores Desunidos, pasando por los New Avengers y Dinastía de M. Nada vuelve a ser igual
Yo me compré los tomos de Marvel Deluxe (los q han salido) y no veas como cambia todo
¡huy! ¡publicidad gratuita!
Quijote: ¡tomo nota! En ello ando, siempre y cuando me lo permita el presupuesto je je. Y me halaga mucho que me compares con un FLUer... yo creo que lo único que me diferencia de vosotros es que no estoy tan buenorro, je je.
Mocho: si es que en el fondo, muy en el fondo, te aprecio :-)
¡¡ Yo no doy abasto y me faltan leuros por todos sitios pa poder leer los comics ke kiero!!
Ahora estoy haciendome la colección completa de Hellboy y bastante tengo, pero me ha hablado tantísima gente de esta serie ke caeré, algún día caeré.
Y a mi que desde pequeñín siempre me ponían muy burro los comics de Marvel ^^
Pues creo que el final es de lo más clásico: el asesino es el mayordomo. Quizá, como parecen bastante innovadores en estas sagas marvel, la asesina sea el ama de llaves. Pero seguro que no defrauda a los marvelitas.
he vuelto y voy a leerme las 16 últimas entradas que son las que según el Reader tengo pendientes. Si no contesto en todas, porfa, not e enfades : ) un besote!
Mm: eso es lo malo que tiene. Yo a veces pienso que estoy manteniendo yo solito las tiendas de cómics de Cantabria...
Don Otto: y ahora, ¿ya no te ponen? Esos superhéroes hipermusculados en ridículos trajes ajustados...
Sr. Idea: ¡ya me ha reventado el final! Eso no se hace...
Nils: qué fuerte, tío... ¡Bienvenido de nuevo!
mmmm no puedo esperar a bajármelo del emule!!!
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