Tirar demasiado de la cuerda

No es ningún secreto mi devoción por Woody Allen, personaje a quien se ama o a quien se odia sin paliativos. Yo soy de los que lo aman, pero curiosamente más en su faceta de escritor que en la de cineasta, y no me duelen prendas en reconocer que sus relatos cortos son una de mis fuentes de inspiración -en otros ámbitos, menos indulgentes, lo llamarían plagio- continuas. Me encantan su humor absurdo y la manera que tiene de enlazar rápidamente los conceptos más elevados con los más mundanos, por ejemplo aquella cuestión suya: "¿existe vida después de la muerte y, si existe, será fácil encontrar aparcamiento en ella los fines de semana?"




Hay un texto perteneciente a su libro "Pura Anarquía" que siempre recomiendo leer a mis alumnos de Física Cuántica. Hacía mucho tiempo que quería ponerlo aquí, pero no me atrevía a fusilarlo por lo del copyright y tal (curiosamente, ese tipo de escrúpulos morales nunca me han afectado a la hora de pegar aquí fotos guarrindongas pertenecientes a páginas de pago). Pero hace poco descubrí que había aparecido en la edición digital de El País, así que ya no hay problema. Me basta con enlazarlo

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Que ustedes lo disfruten al menos la cuarta parte que yo...