diciembre 04, 2009

Gato relativista

Para vida dura, la de Baldomero.

Estas tardes estoy trabajando en casa, preparando la asignatura de Relatividad General. A pesar de que hay cosas que no me entran ni a tiros, es hasta placentero pasar estas tardes de lluvia santanderinas sentado en la calidez del hogar, en silencio o con algo de jazz de fondo, concentrándose sobre los libros y calculándose algún buen tensor métrico que otro.

No soy el único a quien le gustan los libros en esta casa. A los gatos también es encantan: normalmente, para intentar morderlos. Siempre que me pongo a estudiar aparece Baldomero, se sube a la mesa y se tumba a observar cómo paso las páginas. A veces intenta cazar la punta del lapicero, otras veces juega con la goma y la tira al suelo, otras muchas veces se conforma con quedarse ronroneando a mi lado. Es una buena compañía, aunque distrae un poco.

Pero eso no es lo peor. En cuanto te descuidas, el cabroncete decide que el libro que estás leyendo es una almohada ideal para echar una siesta:





Me pregunto, ¿estará aprendiendo Baldomero más que yo? Visto lo visto, casi seguro...

Quién dijo que era fácil ser gato doméstico. Hace falta mucha entrega y mucho esfuerzo para poner a la perfección esa cara de pequeño hijoputa que dice "permíteme echar una cabezadita sobre tus papeles mientras tú trabajas como un cretino".

¡No sabe ná! Animalico.



10 comentarios:

quéinsólito dijo...

Buenas!

Gracias por el comentario...además muy acertado...es que viene de bien una sauna en pleno centro...a las 6...con la castaña d ela disco...donde se va a estar mejor!?

Que bonito tu gato!...precioso!...he tenido dos...ya mueltos de viejos...pero me encantan...creo que casi más que los perros...

En fin, un saludo.

Hijo, que asignatura tan coplicadísima de nombre. A mi me ha dado acidez!

Eleuterio dijo...

Me he reído mucho con el comentario y las fotos de tu gato- por cierto, el tipo de raza de gato que más me gusta-.

Este post vuelve a avivar la idea de tener uno así en casa.

starfighter dijo...

Y como relativamente parece que pesa más cuándo intentas quitarlo de encima de tus cosas. El mío tiene obsesión por la goma de borrar, me la he encontrado en la bañera...

Nyc dijo...

Pero ¿Baldomero es un gato o una variedad enana de tigre? Qué hermosura!!!

Allau dijo...

¡Y como les gustan también los periódicos abiertos!

rickisimus2 dijo...

El gato es precioso, y las fotos son fantásticas. Dan ganas de acariciarle y ponerle en los pies a que de calorcito.

Ahora bien, casi me da un infarto cuando he revivido ciertos momentos en que tuve que luchar contra los tensores... Fueron una de mis pesadillas recurrentes en la Universidad y después de la Universidad. También he de confesar que el profesorado que nos castigaba con los tensores era lo peor de lo peor.

Sufur dijo...

Hola, Quéinsólito... si es que el frío es lo peor jeje. Me alegra que te guste mi gato, cualquier día te lo presto para que muerda tus libros :-P

Hola también a tí, Eleuterio... un placer tener tu visita. La verdad es que esta raza es la bomba, es como tener un peluche (con algo de mala leche) vivo en casa.

Lo jodido viene por las noches. En la hora más oscura, estás tan ricamente soñando con cualquier cosa agradable cuando llega el gato, se sienta a tres centímetros de tu cara, te pone una zarpa sobre la nariz y se lía a ronronear, despertándote... no sabes si estrangularlo o comértelo a besos.

Yo ya he renunciado a encontrar cualquier cosa del escritorio que mida menos de tres centímetros, Starfighter :-)

Es mono, ¿verdad que sí, Nyc?

Ya te digo, Allau. Mira esta entrada, verás que sé perfectamente de lo que hablas :-)

Si me dan a elegir entre tener gato y tener tensores, Rickisimus, lo tengo claro... :-)

Anónimo dijo...

¡Guau!¡Guau! Esto... ¿Miau?

Deric dijo...

lo que quiere es savarte de la relatividad esa!

Sísifo de Éfira dijo...

Baldomero se llamaba el primer perro que tuve. Siempre dijimos que debía de tener un abuelo gato, viendo lo mucho que le gustaba el pescado.

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