Hace ya muchos años que soy comprador habitual del semanario satírico El Jueves. El Jueves me gusta. El Jueves es una caca. Ambas afirmaciones, así una detrás de otra, suenan un poco contradictorias. Pero nunca he dicho que yo fuera un chucho coherente.
El Jueves es una caca porque, admitámoslo, muchos de los chistes de la revista son de caca-culo-pedo-pis. Pero qué se le va a hacer: así es una parte fundamental del humor patrio, desde Torrente a Aída pasando por los Morancos; es algo que llevamos en los memes. No todo va a ser fino humor inglés en esta vida.
Pero me gusta El Jueves porque semana tras semana mantiene entre los chistes tontos páginas de gran calidad, de esas que te hacen reír y pensar a la vez, y porque entre sus dibujantes están algunos de los mejores humoristas gráficos de este país. Y de entre todos ellos uno de mis favoritos es Manel Fontdevila.
Terror de nuestra campechana monarquía, Fontdevila se las apaña para mantener el equilibrio entre la provocación, la crítica, el costumbrismo, la risa e incluso la ternura (me encanta cuando aparece el pequeño Óscar en las páginas de La Parejita). Me gusta mucho su forma de dibujar, y me encanta cuando de tanto en tanto adapta su estilo para hacer unos homenajes como la copa de un pino a los grandes maestros de la viñeta. Junto con Monteys hace una de las secciones más descacharrantes de la revista, "para tí que eres joven", y su viñeta diaria en el diario Público no tiene desperdicio.
Fontdevila se dibuja a sí mismo como un tipo grandote y feo, con un cierto aire barriobajero y patibulario, tal que así:
Sin embargo el otro día tuve la ocasión de verle de casualidad en persona y oigan, qué quieren que les diga... a mí me puso algo cachondo... ¿es o no es un tiazo?
El Jueves es una caca porque, admitámoslo, muchos de los chistes de la revista son de caca-culo-pedo-pis. Pero qué se le va a hacer: así es una parte fundamental del humor patrio, desde Torrente a Aída pasando por los Morancos; es algo que llevamos en los memes. No todo va a ser fino humor inglés en esta vida.
Pero me gusta El Jueves porque semana tras semana mantiene entre los chistes tontos páginas de gran calidad, de esas que te hacen reír y pensar a la vez, y porque entre sus dibujantes están algunos de los mejores humoristas gráficos de este país. Y de entre todos ellos uno de mis favoritos es Manel Fontdevila.
Terror de nuestra campechana monarquía, Fontdevila se las apaña para mantener el equilibrio entre la provocación, la crítica, el costumbrismo, la risa e incluso la ternura (me encanta cuando aparece el pequeño Óscar en las páginas de La Parejita). Me gusta mucho su forma de dibujar, y me encanta cuando de tanto en tanto adapta su estilo para hacer unos homenajes como la copa de un pino a los grandes maestros de la viñeta. Junto con Monteys hace una de las secciones más descacharrantes de la revista, "para tí que eres joven", y su viñeta diaria en el diario Público no tiene desperdicio.
(viñetas robad tomadas amablemente del blog en publico.es del dibujante)
Fontdevila se dibuja a sí mismo como un tipo grandote y feo, con un cierto aire barriobajero y patibulario, tal que así:
Sin embargo el otro día tuve la ocasión de verle de casualidad en persona y oigan, qué quieren que les diga... a mí me puso algo cachondo... ¿es o no es un tiazo?
3 comentarios:
No comparto tus gustos masculinos pero la revista "El jueves" me gusta tanto que cada vez que voy a España me comrpo todos los ejemplares que puedo.
Fontdevila me gusta pero el que me mata es el "Profesor Cojonciano". Me río mucho con e´l.
Es tanta mi ansia por comprar la revista que fui más rápido que la censura: tengo en mi poder la famosa tapa con el príncipe de Asturias teniendo sexo con su mujer, edición que fue secuestrada luego de que yo comprara mi ejemplar. Veremos cuánto sale en unos años...
"El jueves" nunca ha sido santo de mi devoción, lo siento.
Fontdevila es un gran dibujante, a mí su estilo me encanta. No leo El Jueves (vivo en Burgos, no sé si llegará... -es broma-), pero sí que lo sigo en Público (ya ve vd., leo tanto prensa rosa como prensa roja).
Y sí, la verdad es que su autorretrato no le hace justicia
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