Aunque soy la clase de chucho que se resiste a poner publicidad en su blog, hay un cierto tipo de advertising que sí practico con regularidad: el de restaurantes, cafeterías u hoteles que me gustan. Y no lo hago porque me lleve comisión, sino por otro tipo de egoísmo. Son lugares que me daría pena que cerraran y por eso me gustaría ver llenos de clientes. Dicho esto, que empiece el anuncio de hoy:
Él se llama Gianluca, es italiano (milanés por más señas), lleva un año viviendo en Santander y no sólo es guapo sino que además es simpático. Más importante, tiene una mano milagrosa con el café. Junto con una socia acaba de abrir il Capriccio, la primera cafetería italiana de Santander. "Es que no había ningún sitio aquí donde poder tomar un buen caffè", me decía ayer mientras yo me lo comía con los ojos y me regodeaba con un espresso bien hecho.
!Espero que le vaya muy bien el negocio! Ya tiene un cliente fijo...
Él se llama Gianluca, es italiano (milanés por más señas), lleva un año viviendo en Santander y no sólo es guapo sino que además es simpático. Más importante, tiene una mano milagrosa con el café. Junto con una socia acaba de abrir il Capriccio, la primera cafetería italiana de Santander. "Es que no había ningún sitio aquí donde poder tomar un buen caffè", me decía ayer mientras yo me lo comía con los ojos y me regodeaba con un espresso bien hecho.
!Espero que le vaya muy bien el negocio! Ya tiene un cliente fijo...
2 comentarios:
Yo tengo que descubrir sitios londinenses a los que ir, a parte de los sitios de medio pelo, que es que esto es ocmo la telebasura, que empiezas a ir a ir y a ir, y sabes que hay mundo más allá de los pitos y culos pero se te hace muy dificil salir de ellos.
Ah, pero es que hay algo más? :-P
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