Recientemente hemos recibido en casa una carta oficial, con pinta de invitación para boda, en la que el Excelentísimo Señor Alcalde (una mujer) de Santander nos saludaba al Sr. Sufur (un perro) y a la Sra. Osezno (un hombre), felicitándonos por llevar tropecientos años registrados en los archivos del Ayuntamiento como pareja de hecho, y pidiéndonos que les escribiéramos para saber si continuábamos en el mismo feliz estado civil o si por contra nos habíamos disuelto como azucarillos en la boca de un caballo.
Esta anécdota tiene las siguientes lecturas:
Uno, que el Ayuntamiento de Santander es una rancia institución machista que haría mejor en gastar sus dineros en revisar su protocolo y entender que las mujeres también pueden ocupar puestos de responsabilidad y que no todas las parejas son de un señor con una señora, en vez de emplearlo en mandar cartas en cartulina color vainilla con letras en siena tostado. ¡Panda de antiguos!
Dos, que parece ser que la gente no se olvida de pedir el divorcio cuando quieren dejar de estar casados, pero sí se olvidan de dar de baja una pareja de hecho cuando ésta se disuelve. Los españoles nos ponemos como locos a la hora de pedir que se tomen en serio las uniones civiles y luego somos nosotros mismos los que seguimos pensando que pasar por el registro es algo insignificante.
Y tres, que como pareja somos ya más viejos que la tos. ¡Hoy cumplimos diecisiete años juntos!
Qué santa paciencia, la del señor Osezno conmigo. ¡Y bendita suerte la mía!
5 comentarios:
Muchas felicidades, nos ganais por unos meses.
:-)
Felicidades!! y parece que Santander sigue siendo Fachander...:(
Pues yo me quedaría con la lectura 3: Muchas felicidades!
Felicidades, buen hombre. Y también para el Osezno, aunque no salga en las fotos (espero, porque como sea la monada de la última, date por muerto...)
Publicar un comentario